Ataque al campo de refugiados, seis militares muertos. Amán cierra la frontera con Siria

Un camión abarrotado de explosivos tomó como blanco un puesto del ejército situado en las inmediaciones del campo de refugiados de Rukban. El perpetrador provenía del territorio sirio, al otro lado de la frontera. Fueron suspendidos todos los movimientos, tanto de vehículos como de personas. Firme condena de líderes cristianos, que hablan de un “acto terrorista cobarde”.

Amán (AsiaNews) – Las autoridades jordanas han declarado como “zonas militares vedadas” a las regiones fronterizas con Siria e Irak. Una decisión que sigue al atentado suicida ocurrido ayer, que costó la vida de seis soldados del ejército. Son más de 14 los heridos. Por el momento, no ha habido reivindicaciones oficiales del ataque al campo de refugiados del distrito de Rukban, que fue efectuado más allá del territorio sirio.

En estas últimas horas, muchísimos ciudadanos han participado en una vigilia a la luz de las velas en la capital, Amán, en memoria de las víctimas del ataque.

Los líderes cristianos también expresaron su firme condena, hablando de un “acto terrorista cobarde”. El P. Rif'at Bader, director del Catholic Center for Studies and Media (CCSM), subraya que, una vez más el terrorismo ha desvelado “su barbarie, su brutalidad y desprecio por todo valor humano, religioso o moral”. Vuelve a proponer el valor de la unidad nacional, e invoca la protección de Dios sobre la plana de líderes Hachemita.

El atentado de ayer es el primero de este tipo en territorio jordano, desde que se iniciara el conflicto sitio, en marzo de 2011: el kamikaze, a bordo de un camión abarrotado de explosivos que fue arrojado a toda velocidad a través de la frontera entre Siria y Jordania, en el noreste del país, fue a estrellarse contra un puesto militar de los guardias de frontera de Amán.

En un comunicado oficial, el ejército jordano subraya que “todos los movimiento de medios y personas” en las áreas que fueron teatro del atentado y “que no hayan sido acordados” con las autoridades, serán considerados como “objetivos enemigos” y “afrontados con firmeza y sin indulgencia”. La orden, agrega el documento, tiene un efecto “inmediato”.

Mohammed Momani, ministro jordano de Información, informa a la BBC que hace meses que se encuentran en estado de alerta por posibles ataques de milicianos, incluidos los yihadistas del Estado islámico, principales sospechosos del atentado de ayer; los grupos extremistas se esconden en medios de los refugiados sirios que se agolpan del otro lado de la frontera. Agregó también que el pueblo jordano está indignado por este intento de minar la seguridad y la estabilidad de la nación.

Las autoridades de gobierno suspendieron, además, el envío y la distribución de ayuda humanitaria en la zona que ha sido escenario del atentado, subrayando que las acciones de este tipo ponen en riesgo incluso la vida misma de los refugiados. Todavía hoy, decenas de miles de sirios se encuentran bloqueados en esta área desértica ubicada en la frontera, aguardando poder ingresar en territorio jordano.

Jordania es uno de los países que, junto al Líbano, ha pagado el precio más alto en lo que se refiere al flujo de refugiados provenientes de los territorios en guerra situados en Siria y en Irak. Según fuentes de la ONU, en el país hay al menos 635.000 refugiados; para Amán la cifra es incluso superior: equivale a 1,4 millones, lo cual representa el 20% de la población del país. De éstos, cerca de 130.000 son iraquíes, más de 1 millón y 300.000 son sirios, a los cuales han de agregarse, también, los prófugos sin registrar.