Bangladesh, otro robo a religiosas católicas: “No es un episodio aislado”

de Sumon Corraya

Una decena de personas se introdujeron en una clínica que es gestionada por las religiosas, amenazándolas y robando celulares, dinero en efectivo y cadenillas de oro. Residentes musulmanes y católicos, al ser avisado por el párroco, han capturado a dos de los ladrones. El episodio ocurre a cuatro días de un ataque de similares características, aunque en otra provincia. Secretario de Justicia y Paz: “Estos ataques son premeditados y están dirigidos a dañar nuestra a comunidad cristiana”.

Dacca (AsiaNews) – Es el segundo ataque a religiosas católicas en cuatro días, el verificado en la noche entre el 10 y el 11 de febrero en Tumilia, un pueblo a 47 kilómetros de la capital de Dacca, Cerca de 12 delincuentes se introdujeron en el St. Mary’s Mother Care Center, clínica hospitalaria gestionada por las religiosas Socias de María, Reina de los Apóstoles (SMRA), congregación local fundada en 1933. El ataque se concluyó sin violencia y con algunos objetos robados. Dos ladrones fueron capturados y llevados a la policía, que abrió una investigación. En la noche entre el 6 y el 7 de febrero, un episodio similar sucedió en el distrito de Chuadanga, 161 kilómetros al oeste de la capital, levantando sospechas de que los ataques a las hermanas católicas no conforman casos aislados entre sí.

El robo de Tumilia ocurrió en los edificios donde residen los pacientes del Centro, las hermanas y las enfermeras. Sor Mary Pronoti, directora de las instalaciones, afirma que hacia las 2.30 de la mañana (hora local) tres entraron al lugar, trepándose por el muro perimetral. Los otros cómplices esperaban fuera del convento.

Luego de haber amordazado a los dos guardias, los tres delincuentes fueron a la búsqueda de dinero en efectivo: “Derribaron la puerta de mi habitación –cuenta sor Mary- y estaban armados. Me amenazaron y me preguntaron dónde tenía el dinero. No teniendo opción, les di todo el efectivo que teníamos: 700 taka (cerca de 9 euros)”.

Desde otra habitación, otra religiosa, Mary Chamaly, se percató de que alguien había entrado al hospital del convento y llamó inmediatamente a la superiora general de la congregación, que reside en Dacca. La superiora contactó al párroco de Tumilia, el padre Dominic Rozario, quien comenzó a hacer sonar las campanas de la iglesia, llamando a una reunión de la comunidad. Musulmanes y cristianos acudieron a la iglesia, donde sorprendieron a los ladrones en pleno hecho y los condujeron al cuartel de policía. Los otros delincuentes lograron huir.

“Robaron también dos celulares –hace saber sor Mary Prenoti – y varias cadenillas de oro de las hermanas del hospital”. El secretario de la parroquia, Philip Corraya, se dirigió a la comisaría para realizar la denuncia..

Theophil Nokrek, secretario de la Comisión episcopal de Justicia y Paz, comentó los dos ataques recientes, afirmando que “no son incidentes aislados. Hay algún grupo que está intentando dañar a nuestra comunidad cristiana. Lo están haciendo con acciones premeditadas”. “El gobierno debería protegernos de un modo adecuado”, dijo, agregando que, hace algunos días y en el mismo distrito, un banco cristiano de micro-crédito fue robada.