17/07/2020, 10.36
VATICANO - ASIA
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Card. Tagle: Frenar el endeudamiento y la guerra, la receta para la recuperación del Oriente Medio

El prefecto de Propaganda Fidae y presidente de Caritas Internationalis presenta el Informe anual de la organización caritativa. Llamado a un cese del fuego en el Oriente Medio y  pidiendo la cancelación de la deuda externa en las naciones más débiles. El Covid-19 traerá consecuencias desastrosas, no solo en el campo sanitario, sino a nivel global. El texto completo de su discurso.

Roma (AsiaNews) - La deuda pública y las sanciones internacionales afectan especialmente a la población civil inocente de muchas naciones que están en guerra, y esta es una injusticia que debe ser subsanada. Así mismo, el mundo debe prepararse para las consecuencias de la pandemia desencadenada por el Covid-19, no solo en el campo sanitario, sino también global. Es lo que dijo ayer el Card. Luis Antonio Gokim Tagle, prefecto de Propaganda Fidae, al presentar el Informe Anual 2019 de Caritas Internationalis (de la cual es presidente).

En la conferencia de prensa de presentación, que se desarrolló vía streaming a causa de las restricciones debido al coronavirus, también participaron el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John; el Cardenal Wilfrid Fox Napier, presidente de Caritas Sudáfrica y Rita Rhayem, directora de Caritas Líbano. A continuación, brindamos el texto completo del discurso del Card. Tagle (traducción de AsiaNews, a partir del texto original en inglés).

Estoy contento de presentar el Informe Anual 2019 en este momento crucial de cambios. Además, este encuentro se da en un espíritu de esperanza de cara al futuro, y de un modo particular, ya que la humanidad se enfrenta a una crisis sanitaria sumamente grave, que nos golpea a todos. El virus del Covid-18 ha dejado al descubierto la fragilidad de nuestra existencia. Papa Francisco nos ha recordado continuamente que estamos frente a un nuevo inicio, y que nuestro mundo después del Covid-19 no puede, y ya no debe ser el mismo. 

El virus también ha colocado a nuestra Confederación de Caritas ante una situación sin precedentes, que podría habernos forzado a interrumpir muchos programas e incluso a la clausura de algunas oficinas. Sin embargo, todas y cada una de las 162 organizaciones de Caritas que operan en alrededor de 200 lugares, sumando naciones y territorios, han sido capaces de responder rápidamente a la emergencia, aumentando sus programas y valiéndose de la creatividad para poder llegar a los más vulnerables, ocuparse de ellos e informarlos sobre la pandemia en curso, para que fueran capaces de protegerse.

El 2019 ha sido un año de cambios para Caritas Internationalis: un nuevo Secretario general tomó la guía de organización, se renovaron las estructuras de gobierno y hubo nuevas crisis humanitarias a las que responder en distintas partes del mundo. La naturaleza global del sufrimiento nos ha hecho tomar conciencia de que pertenecemos a una sola familia humana, y de que nos necesitamos unos a otros. Hemos comenzado a ver con mayor claridad la interconexión entre los seres humanos. 

Caritas Internationalis ha sido un signo de esperanza para aquellos que son relegados a los márgenes de nuestra sociedad. Pero no podemos limitarnos a la respuesta frente a una emergencia. Nuestra tarea es acompañar a los pobres y a los más vulnerables, mejorar su participación en el desarrollo humano y reflexionar sobre cómo esta pandemia ha cambiado el contexto en el que vivimos y trabajamos.

A la luz de estos desafíos, Caritas Internationalis quiere brindar nuevas respuestas adaptando la visión, los lineamientos y estructuras para acompañar a la Confederación en su camino hacia el 2030. Caritas continuará expresando el cuidado de la Iglesia por los más pobres, a quienes servimos, dando voz a los que no tienen voz y promoviendo un desarrollo humano y una ecología integrales, manteniendo la Laudato Si’ como punto focal de nuestra acción. 

Caritas invita a todos, y de un modo particular a aquellos que tienen el poder de tomar decisiones, a prepararse para las consecuencias dramáticas de esta pandemia, no solo en el campo de la salud, sino también ante el riesgo de una carestía para millones de personas. 

Hoy, no podemos cerrar los ojos frente a las terribles condiciones de vida (en continuo deterioro) de la población del Líbano, de Siria y de otras naciones del Oriente Medio. Los ciudadanos comunes y pobres son las víctimas de las sanciones económicas. La amenaza del Covid-19 hace que sus vidas, ya de por sí difíciles, sean aún más precarias. 

La deuda externa de las naciones más pobres del África, de algunas partes de América Latina y del Asia ha tenido consecuencias sociales y económicas de gran envergadura. El Papa Francisco en más de una oportunidad ha pedido con urgencia la cancelación de esta  deuda, para dar a estas naciones la posibilidad de emprender caminos de recuperación y de desarrollo. 

Uno de los mayores problemas que afecta la justicia social es el de la guerra, y la violencia que esta genera. Hay millones que se han quedado sin techo, muchos han sido privados de sus medios de sustento. No podemos asegurar la dignidad humana y el desarrollo en un contexto de guerra y violencia. Caritas se une al pedido del Papa, para pedir por un cese del fuego global. 

Caritas ruega, obra y sirve para llevar el amor de Jesús y de la Iglesia a todos. Y de un modo particular, a los pobres.

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