30/11/2018, 13.23
SIRIA
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Caritas Siria, testimoniar con obras y palabras una nueva era de paz y convivencia (II)

de Sandra Awad*

Para superar los traumas de la guerra y las divisiones confesionales es necesario compartir experiencias y crear ligámenes entre las personas de fe, etnia y origen diversas. La escuela de Medaa en Guta y el encuentro con centenares de jóvenes estudiantes musulmanes. Del temor y el miedo a la alegría por un prejuicio superado.

 

Damasco (AsiaNews) - Compartir experiencias entre personas de fe, etnia y orígenes diversos es el único modo para superar las divisiones exarcerbadas por un conflicto sangriento como aquel que se desarrolla en Siria. Como lo confirma un joven scout que, recientemente, se encontró con centenares de niños y jóvenes musulmanes de Guta. “Hoy explica- entendí que tengo una misión: contar lo que hemos visto en nuestras familias y amigos en Damasco”.  A continuación, publicamos la segunda parte del testimonio (para el primero cliquea aquí), dentro de poco, Caritas Siria producirá un cortometraje. Traducción a cargo de AsiaNews.

El 20 de noviembre, en ocasión de la Jornada mundial de la infancia, nuestro equipo de psicólogos y asistentes sociales de Caritas marchó junto a grupos de jóvenes scouts cristianos de Damasco y a los estudiantes de las escuelas de Medaa, por las calles devastadas de su pueblo. Durante la caminata, el director nos contó sobre el período precedente a la guerra. Es como si estuviésemos hablando de otra Guta, de otros pueblos, de un área agrícola llena de olivos y de árboles de fruta. Él nos mostró una casa de dos pisos y susurró en tono bajo: “Esta era mi habitación. Era una casa bella de campo, pero ahora la han destruido y con ella, destruyeron todas mis recuerdos más bellos, los momentos felices y las esperanzas. No estaré más en grado de reconstruirla”.

Al final llegamos a nuestra destinación, la escuela de Medaa, donde unos 377 estudiantes de las escuelas primarias nos estaban esperando con impaciencia. Apenas llegados a destinación nos han dicho que algunos de ellos estaban demasiados excitados esperando nuestra visita y nos esperaban desde la mañana. Nos recibieron con cantos y aplausos. No pusimos alrededor de ellos, hemos pedido a cada uno de ellos que apoyasen la mano en el corazón y cantaran el himno nacional, porque todos pertenecemos al mismo profundo corazón y a un único país.

Después del discurso de bienvenida de parte del director, yo misma tendría que explicar a los estudiantes la misión de Caritas y nuestra compañía, pero antes de hacerlo les pregunté: “¿Saben qué veo desde mi punto de observación, frente a vosotros? Colores y aún más colores, bellísimos que componen una mezcla maravillosa que se parecen mucho a Siria. Somos unos distintos a los otros, podemos pertenecer a religiones diversas, a etnias diversas o tener diversas o opiniones, pero gracias a vuestra variedad formamos un hermoso arcoiris”.  

Los niños de la escuela primaria y secundaria estaban dispersos en medio de los jóvenes del equipo de asistentes psico-sociales y a los grupos de los scouts, con los cuales estaban jugando. Mientras tanto les pedimos a los participantes que se pintasen con las manos la bandera de Siria, dibujada antes en el pizarrón. “Todos aquellos rostros-recuerda mary, asistente del departamento comunicación- estaban sonrientes y felices. Sentían que los niños estaban sedientos de alegría y los jóvenes scouts llenos de entusiasmo en hacer del bien a estos niños privados de todo, hasta de la felicidad”.

Mientras todos se divertían, el director de la escuela se me acercó y me dijo: “¿Ves a esta niña? Tuvo que enfrentar tiempos difíciles durante la guerra y vio cosas horribles. Hace dos meses, cuando empezó a frecuentar nuestra escuela, permanecía aislada y socializaba raramente. A los docentes les costaba comunicarse con ella. Mírala ahora, es algo como para no creerlo. Juega y bromea. Lograron ustedes hacerle superar el trauma y el dolor, a restituirles el gozo de la diversión, a ella y a los otros niños como ella, que son muchos, para permitirles superar los traumas con gradualidad”ero este apoyo debe continuar

Al final de la jornada, el equipo de Caritas les distribuyó unos regalos, junto con caramelos,

A fine giornata, il team della Caritas ha distribuito alcuni doni, insieme a caramelle, útiles para la escuela y un pijama para el invierno. Es verdad que les hemos ofrecido un poco de alegría y algún regalito a estos 377 niños de Guta, de los cuales un centenar son huérfanos. Por otro lado, de parte de ellos hemos recibido un regalo aún más precioso en cambio, cuando volviendo a Damasco un joven scout me dijo: “Quisiera agradecer a Caritas por esta oportunidad y esta gran experiencia. Ayer dudaba en venir y estaba asustado. No sabía si correría el riesgo de ser raptado en Guta… ¿Y cuál habría sido la reacción de los niños? ¿Nos habrían aceptado? Hoy descubrí que tenía muchos prejuicios que deben ser abatidos. Hoy entendí que tengo una misión: hablar de lo que hemos visto, de la experiencia que hemos hecho a nuestras familias y a los amigos de Damasco”.

* Responsable de Comunicación de Caritas Siria
 

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