29/12/2014, 00.00
ARMENIA-TURQUIA
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Carta encíclica por los 100 años del genocidio armenio

de Karekine II
El patriarca armenio Karekin II anuncia: el 23 de abril todas las víctimas de la masacre realizado por los turcos serán canonizados, y el día sucesivo se convertirá en la Jornada de la Memoria por los "santo mártires". Según fuentes no confirmadas también el Papa Francisco celebrará el 12 de abril una misa en recuerdo del terrible acontecimiento. A continuación el texto completo del patriarca.

Etcnmiadzin (AsiaNews) -Con una solemne carta encíclica, el Patriarca armenio ortodoxo Karekine II inició en modo oficial las celebraciones y memorias de los 100 años del genocidio armenio, que durarán todo el año 2015.

La masacre de 1,5 millones de armenios sucedió al finalizar el imperio otomano, antes con el sultán Abdul Hamid II, luego con los grupos de los "Jóvenes Turcos", y al final con el mismo Kemal Ataturk, el padre de la patria turca. Los armenios fueron tomados en la mira porque eran cristianos, instruidos y pertenecientes a la clase media. Sobre todo en 1915 se cierran sus escuelas, iglesias, organizaciones y se da inicio a una verdadera y propia caza con muertes, violencias, estupros, humillaciones. A esto siguen las deportaciones al desierto, las fosas comunes, lo trenes repletos de evacuados e incendiados. Los sobrevivientes son aquellos que lograron llegar a la actual Armenia (entonces bajo el dominio soviético), o Siria y el Líbano.

La Conferencia de París de 1920 reconoció el genocidio armenio y en este momento lo reconocen al menos 20 Estados. Pero Turquía jamás lo hizo, motivando la mascare con la necesidad de combatir a grupos independentistas. Diversos escritores e históricos que han publicado textos sobre el genocidio fueron perseguidos. Sólo el año pasado el Primer ministro Recep Tayyip Erdogan, presentó a los descendientes de los armenios el pésame por la masacre.

En su carta, el Patriarca karekin II, anuncia que el 23 de abril de 2015 él presidirá una liturgia en la cual proclamará santos a todas las víctimas del genocidio, asesinados "por la fe y por la patria" y hará del 24 de abril la Jornada de la Memoria por "los sangos mártires del genocidio". Según informaciones no confirmadas en modo oficial, el 12 de abril de 2015, también el Papa Francisco celebrará en la plaza de S. Pedro una misa en recuerdo del genocidio de los armenios. A continuación el texto completo de la carta encíclica (traducción de AsiaNews).

"Pero el pensamiento de los justos es como la luz que brilla y  continúa resplandeciendo hasta que el día sea perfecto".  (Proverbios 4,18)

El centenario del Genocidio de los armenios está delante de nosotros, y nuestras almas resuenan por un potente pedido de verdad y justicia que se puede callar.

Cada día del año 2015 será un día de recuerdo y devoción para nuestro pueblo, un viaje a los memoriales de nuestros mártires en patria y en la diáspora, delante a los cuales con humildad no arrodillaremos en oración, ofreciendo incienso por las almas de nuestras víctimas inocentes que yacen en tumbas sin nombre pues han aceptado morir en vez de repudiar la propia fe y su nación. Realmente "el sendero de los justos es como una luz que brilla y cada vez más resplandece, hasta que el día sea perfecto".

En 1015, y en los años sucesivos, los turcos otomanos han cometido un genocidio contra nuestro pueblo. En Armenia occidental- sobre nuestro suelo nativo- en la patria de Armenia y en las comunidades armenias de toda Turquía, un millón y medio de nuestros hijos e hijas han sido asesinados, carestías y enfermedades: fueron deportados y obligados a marchar hasta sus propias muertes. Siglos de creatividad y de honestos logros alcanzados fueron destruidos en un segundo. Miles de iglesias y monasterios fueron profanados y destruidos.

Las instituciones nacionales y las escuelas derrumbadas y arruinadas. Nuestros tesoros espirituales y culturales fueron erradicados y cancelados. Armenia occidental, donde por milenios- desde tiempos de Noé- nuestro pueblo vivió, creó y construyó su historia y cultura, fue privada de su población nativa.

Hace un siglo-cuando los fragmentos de nuestra nación armenia, después de haber perdido el propio patrimonio, fueron dispersos por todo el mundo, y mientras Armenia oriental combatía una lucha hasta la última gota de sangre para sobrevivir contra los invasores turcos-era difícil creer en un futuro para el pueblo armenio. Sin embrago nuestra alba surgió. Con la gracia del Señor, nuestro pueblo surgió de la muerte. Sobre una pequeña parte recuperada de nuestra patria, nuestra gente restauró el Estado, recreando un país sobre las ruinas y los vestigios, y construyó una "patria de luz y de esperanza", de ciencia, instrucción y cultura. Los armenios exilados en todo el mundo han construido las casas y sus corazones en el mundo, germinaron en países cercanos y lejanos, llevando adelante sus tradiciones y su vida espiritual. En todas partes los hijos de nuestra nación han vivido, han alcanzado el suceso, ganándose respeto y confianza, y obteniendo reconocimiento por el trabajo consciente y su contribución en las ciencias, en las artes y en el bien común. Esta es la historia de nuestro pueblo durante el siglo pasado- una historia de adversidades y resurrección. Hoy, no obstante las dificultades, nuestra nación refuerza su soberanía independiente, crea una nueva vida de libertad y mira con esperanza al futuro, abrazando el despertar nacional, el optimismo y la fe.

 ¡Gloria a Ti, oh Señor! Gloria sin fin. "Como un escudo Tú nos proteges con Tu favor" (Salmo 5,12). Reponiendo nuestra esperanza en Ti, Oh Señor, nuestro pueblo fue iluminado y reforzado. Tu luz encendió la ingeniosidad de nuestro espíritu. Tu fuerza nos empujó hacia nuestras victorias. Hemos creado. Aunque si otros han destruido nuestras creaciones. Hemos continuado a vivir, si bien otros nos querían muertos. Tú, Oh señor, has querido que nuestra gente- condenada a muerte por un plan genocida- logró vivir y resurgir, de tal modo que te podemos presentar esta justa conciencia de la humanidad y al derecho de las gentes, para liberar al mundo de la callosa indiferencia de Pilato y de la negación criminal de Turquía.

 Por el bien de la justicia-hasta el triunfo de nuestra causa, nosotros continuaremos nuestra lucha si retirarnos- Iglesia, Nación y Estado juntos. La sangre de nuestros mártires inocentes y los sufrimientos de nuestro pueblo gritan para obtener justicia. Nuestros santuarios destruidos, la violación de nuestros derechos nacionales, la falsificación y distorsión de nuestra historia, todos gritan para obtener justicia. Habiendo sobrevivido al genocidio, nuestro pueblo cree y continúa creyendo que laa multitud de países rectos, de las Organizaciones nacionales y civiles y de los individuos que han  reconocido y condenado el genocidio serán pronto acompañados por otros que creen que la afirmación de la verdad y de la justicia sean el pre-requisito y la garantía de un mundo pacífico, privo de hostilidades y violencias.

En recuerdo de nuestro millón y medio de mártires del genocidio, expresamos nuestra gratitud a las naciones, a las organizaciones y a los individuos que han tenido el coraje y la convicción de reconocer y de condenar el genocidio armenio. Expresamos gratitud a los países y pueblos amables que han aceptado a los hijos de nuestra tierra como hermanos y hermanas. Estos ejemplos de justicia y humanidad son páginas luminosas en la historia de la humanidad. Ellos serán siempre recordados y apreciados por generaciones, y serán el beneficio a la vida tranquila, segura y mejor del mundo.

 Como pontífice de los armenios, es de confortación para el espíritu anunciar a nuestra gente que el 23 de abril de 2015, durante la Divina liturgia, nuestra Santa Iglesia ofrecerá un servicio especial para canonizar a sus hijos e hijas que han aceptado el martirio como santos "por la fe y por la patria", y proclamará el 24 de abril como Jornada del recuerdo de los Santos Mártires del Genocidio.

¡Oh. Pueblo armenio, embellecido desde lo alto!- una nación mártir. Una nación resurgida. Vive con  coraje, avanza con seguridad, con tu mirada dirigida hacia el monte el Ararat que contiene el Arca y con el corazón inquebrantable ten alta tu esperanza. El aliento y el mensaje del Señor están dirigidos a ti: "Aunque no seas fuerte, fuiste fiel a mi palabra y no has traicionado mi nombre... ten fuerte lo que tienes de modo que nadie te quite la corona de la victoria (Ap. 3,8-11). Por lo tanto, tratemos de permanecer unidos delante del Señor, justo y verdadero, sobre los firmes senderos de la fe que como la luz de la mañana, disipa las tinieblas y hace visibles los horizontes de la esperanza. Nuestro camino es con Dios; y una vida de fe es nuestra victoria.

 Hagamos fecundo nuestro centenario, valorizando el recorrido de pesares y de renacimiento de nuestro pueblo, que duró 100 años, de modo que nuestros hijos- reconociendo la voluntad heroica de sus abuelos y padres de vivir y crear y sus esfuerzos iniciados para el bien de la nación y de la patria- puedan crear un nuevo día luminoso para nuestra patria y nuestra gente, dispersa por todo el mundo. Transformemos la memoria de nuestros mártires en energía y fuerza para nuestra vida espiritual y nacional y delante de Dios y de todos los hombres, iluminemos el recorrido de nuestro camino para guiar nuestro paso hacia la realización de la justicia y de nuestras sagradas aspiraciones.

Desde nuestro amado centro espiritual, creado por Cristo y delante de la Santa Sede Madre del Santo altar de Echmiadzin (del descenso del Único Unigénito), roguemos a Dios por la paz, la seguridad y el bienestar de nuestra patria, de nuestro amado pueblo en todo el mundo y sobre todo, por la luz eterna y la paz para las almas inocentes de los Santos Mártires del Genocidio. Puedan el amor y la hermandad, la justicia y la verdad reinar sobre la humanidad y puedan los caminos de los justos irradiar, orientar y difundir la luz hasta un alba de un nuevo día, que traiga paz y felicidad a todo el mundo.

La gracia, el amor y la paz de Nuestro Señor Jesucristo, esté con todos vosotros y con todos nosotros. Amén

 *Patriarca armenio ortodoxo.

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