13/06/2015, 00.00
INDONESIA
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Católicos indonesios: la familia en primera fila en la lucha contra las droga

de Mathias Hariyadi
Decenas de activistas pertenecientes a 3 diócesis de la isla se reunieron para enfrentar el tema de la toxico -dependencia. Al evento han adherido sacerdotes, hermanas, laicos y expertos en el sector. El apostolado en las familias para reforzar el rol del núcleo familiar fundante de la sociedad. Llegan nuevos voluntarios y benefactores de la misión.

Yakarta (AsiaNews)- Defender la sacralidad de la vida humana, combatiendo con todos los medios la amenaza de la droga que termina destruyendo enteros núcleos familiares. Con este espíritu, siguiendo las indicaciones de la Iglesia que miran a la familia como el núcleo fundante de la sociedad, más de 50 activistas de 3 diócesis del Borneo se reunieron para hablar de toxico-dependencia y sobre las iniciativas para combatirla. El evento que  profundizó largamente el apostolado familiar, se desarrolló en los días pasados en la diócesis de Banjarmasin, en la provincia del Borneo meridional, contando con la presencia de sacerdotes, hermanas, laicos y expertos en el sector.

Entrevistado por AsiaNews, Dionisius Agus Puguh Santosa, de la diócesis de Banjarmasin, afirma que el encuentro intentaba reforzar la moral en las familias, para motivar a sus componentes a ser buenos católicos y contrastar el uso de estupefacientes. La iniciativa involucró a religiosos y laicos de las diócesis de Banjarmasin, Samarinda, Tanjung Selor y Lapangkarava.

El p. Syamsudin, presidente del apostolado familiar diocesano, recordó que la finalidad del organismo es difundir experiencias de amor y de compartir cosas al interior de las familias. El reafirmó el rol del núcleo fundamental de la sociedad en la protección de sus miembros contra el uso, siempre más difundido de las drogas. El p. Tomotius I Ketut Adi Hardana, coordinador del apostolado familiar en la isla de Borneo, invitó a la cooperación entre los fieles de la región y a acoger favorablemente la llegad de “nuevos rostros” entre “los voluntarios y colaboradores de la misión”.

En Indonesia mueren 50 personas por día a causa de la droga. El gobierno estima que en el año 2015 el número de toxico-dependientes superará los 5 millones. De éstos, al menos 50 mil fueron curados en centros de recuperación. Según los datos del sobre-intendente Sumirat Dwiyanto, jefe de la Comisión nacional sobre drogas de la provincia del Sulawesi septentrional, la faja más a riesgo, es justamente la de las nuevas generaciones, que comprende a los estudiantes de las escuelas superiores y de la universidad.

La emergencia preocupa también a los obispos indonesios, que contrastan la línea dura aplicada por el presidente Joko “Jokowi” Widodo- autor de las condenas a muerte por droga- pero, al mismo tiempo, invocan intervenciones en el campo de la prevención y del ataque al consumo de estupefacientes.

Indonesia, es la nación musulmana más poblada del mundo, los católicos son una pequeña minoría compuesta por unos 7 millones de personas, casi el 3% de la población. En la sola diócesis de Yakarta, los fieles alcanzan el 3,65 de la población. Estos son una parte activa de la sociedad y contribuyen al desarrollo de la nación y a la obra de ayudas durante las emergencias, como sucedió durante la ocasión del devastador aluvión de enero de 2013.

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