20/01/2015, 00.00
RUSIA
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Contra las caricaturas de Mahoma, en Chechenia "la más grande manifestación desde siempre"

de Nina Achmatova
Más de 800 mil personas, al grito de "Amamos al Profeta" y "Dios es grande", se reunieron en la plaza. Guiados por el líder filo-Cremlin, Kadyrov. Junto al islam fiel a Putin también los obispos ortodoxos: "También nosotros contra el Occidente que quiere sembrar odio entre las religiones".

Moscú (AsiaNews)- En Chechenia, el 19 de enero, se desarrolló la manifestación "más grande de la historia del Cáucaso del Norte", zona de mayoría musulmana. Más de 800 mil personas, según los datos oficiales, han desfilado por las calles de Grozny, guiados por las autoridades políticas y religiosas, para protestar contra las viñetas sobre Mahoma, publicadas por el semanario francés Charlie Hebdo. La manifestación se desarrolló no obstante el estrago del 7 de enero contra la redacción parisina, realizada por terroristas islámicos. Bajó a la plaza el 60% de la población de esta república del Cáucaso ruso, donde la lucha por la independencia de Moscú se transformó en los últimos años en una guerra santa para instaurar un emirato en la región, de donde por otro lado parten numerosos combatientes hacia los diversos frentes abiertos de la jihad.

Las autoridades han hecho de todo para "alentar" a la gente a unirse a la iniciativa, deseada por el líder y fidelísimo del Kremlin, Ramzan Karydov: escuelas y oficinas cerradas, taxis gratis todo el día, también las actividades comerciales han dejado de trabajar. Se dice que muchos llegaron de las zonas limítrofes. Pero ás allá de la espontaneidad o menos de la participación ciudadana, queda la impresión- como lo hizo notar el escritor Boris Akunin- que Rusia reaccionó a los atentados de París como un país islámico. Los medios del Estado han difundido la tesis dl complot armado por los servicios secretos occidentales; las autoridades han prohibido la publicación de caricaturas de carácter religioso, advirtiendo que serán consideradas como "material extremista"; los muftí han condenado débilmente al terrorismo, reafirmando sobre todo que  las ofensas a Mahoma no serán toleradas.

"Esta es una protesta contra aquellos que insultan a la religión musulmana, ¡Dios es grande!, gritó desde la tribuna a la multitud Kadyrov, varias veces interrumpido por el boato de los manifestantes "Allah Akbar". El líder checheno y los representantes también del clero ortodoxo ruso, como el obispo de Makhachkala y Grozny Varlaam, han advertido que no se harán "instrumentalizar" por fuerzas externas que quieren desestabilizar el país. "Hoy os estamos al lado y decimos "no" al mal que el Occidente trata de difundir, sembrando discordia entre las religiones", declaró Varlaam.

La gran manifestación, terminada con una oración colectiva, fue interpretada por los expertos como una acción concedida por el Kremlin a la parte a él fiel del islam ruso, que ahora más que nunca no puede permitirse de enemistarse. Una misma iniciativa convocada en el centro de Moscú la semana pasada, "en defensa del sentimiento religioso de los creyentes", fue prohibida por temor a las provocaciones. En Inguscezia en cambio, siempre en el Cáucaso del Norte, el 18 de enero se reunieron 15 mil personas en Magas bajo el eslogan "Nosotros amamos a Mahoma". También en este caso no hubo ninguna crítica o comentario de parte de Moscú.

 

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