Erdogan apoya la pena de muerte y prepara su vuelo a Rusia
Una multitud de un millón de personas participó en la manifestación del gobierno en honor de “los mártires y de la democracia”. El presidente, a favor de la pena capital, tiene la intención de “liberar” a la nación de los sostenedores de Gulen. En su intervención, el reclamo al amor entre los turcos, “en nombre de Alá”. Mañana, el encuentro con Putin en Moscú, para reforzar las relaciones bilaterales.
Estambul (AsiaNews/Agencias) – El presidente turco se dispone a reintroducir la pena de muerte, siempre y cuando la opinión pública y el Parlamento se mueven en esta misma dirección. Es cuanto afirmó el mismo Recep Tayyip Erdogan, dirigiéndose a una multitud de más de un millón de personas reunida ayer a orillas del Mar de Mármara, en la parte europea de Estambul, para la manifestación promovida por el gobierno a favor de los “mártires y de la democracia”. Se trata de la enésima prueba de fuerza de la dirigencia de Ankara y de su líder, en respuesta a un intento de golpe de Estado efectuado en la noche del 15 al 16 de julio, emprendido por una parte del ejército.
Dirigiéndose a los manifestantes, Erdogan prometió liberar a la nación de los sostenedores del líder espiritual Fethullah Gulen, exiliado en los Estados Unidos y considerado el cerebro del golpe; acusaciones que Gulen mismo se ocupó de rechazar con fuerza en las últimas semanas.
En cuanto a la pena de muerte, el presidente afirma que “la soberanía pertenece al pueblo” y “si el pueblo toma esta decisión, los partidos se conformarán a ello” aprobándola en el Parlamento. Recordó que Estados Unidos, Japón y China aplican la pena capital, y que Turquía también se dispone a reintroducirla, a pesar de las amenazas de una Europa que a raíz de ello está dispuesta a cerrar las puertas de la Unión Europea a Ankara.
En la manifestación en el barrio de Yenikapi de Istanbul -los presentes fueron un millón según las primeras estimaciones y cinco millones para el gobierno- participaron los líderes de dos de los tres partidos de oposición. El movimiento kurdo, gran enemigo del presidente turco, estuvo ausente, puesto que no fue invitado a participar del evento.
El tema de la reintroducción de la pena de muerte es una de las cuestiones más debatidas en las últimas semanas, al igual que la dura represión del gobierno contra las personas sospechadas de haber apoyado o flanqueado el golpe. En menos de un mes, miles de empleados públicos fueron despedidos, así como fueron expulsados miles de soldados y cientos de periodistas, magistrados, jueces o directivos de escuelas públicas. Son unas 18.000 las personas que han sido detenidas para ser sometidas a interrogatorios o que han sido directamente arrestadas.
El premier turco Binali Yildirim declaró que “no actuaremos motivados por la venganza”, sino “dentro del estado de derecho”. Además aseguró que “Gulen vendrá a Turquía y pagará por lo que hizo”.
La manifestación “pro democracia” de ayer debía representar el culmen de las demostraciones de unidad nacional y de fuerza del gobierno, en respuesta al intento de golpe en el cual fueron muertas 270 personas. “Continuaremos en el camino de la solidaridad” relanzó Erdogan, que en su discurso no dejó de dirigirse al ala islámica, destacando que “nos amaremos no por el rango o por el título, sino por Alá”.
En tanto, en polémica con la Unión Europea y los Estados Unidos, el gobierno turco prosigue una política de reacercamiento al Kremlin, tras semanas de hielo luego del derribo del avión ruso en la frontera con Siria. Mañana, el presidente Erdogan se reunirá con Vladimir Putin, para inaugurar un nuevo clima de colaboración entre los dos países.
“Esta será una visita histórica, un nuevo comienzo” afirmó Erdogan en una entrevista que brindó a la agencia rusa Tass. “En los coloquios con mi amigo Vladimir (Putin) –agregó- creo que se abrirá una nueva página en las relaciones bilaterales”. Los temas de la agenda prevén la política internacional, la guerra en Siria, la cuestión energética y la lucha contra el terrorismo.
