Erudito musulmán: los intereses políticos y económicos detrás de la violencia en nombre de Dios
Beirut (AsiaNews) - "En vez de hablar de guerras religiosas, sería mejor hablar de guerra política, económica y geo-estratégica". Así lo afirma el intelectual musulmán Nokkari Mohamed, uno de los principales miembros de Gric, el gtrrupo de investigación cristiano-islámico. En un artículo publicado en L'Orient-Le Jour, el académico dijo que "detrás del discurso religioso fanático, se encuentra una verdadera lucha por la dominación del mundo". Por lo tanto invita a mirar a los "manipuladores" del mundo, que para "defender sus intereses" no dudan en "transformar - con una gran habilidad - un Dios clemente y misericordioso en un Dios destructor de Dios, opresivo y vengativo".
Sheikh Mohmmad Nokkari es una personalidad destacada del mundo musulmán sunita, un pionero y abanderado del diálogo islámico-cristiano. Él es también un juez y profesor de Derecho en las Universidades de Beirut, Dubai y Estrasburgo. En el pasado, el líder musulmán ha ocupado el cargo de director general de Dar El Fatwa, el cuerpo principal de la Dirección de Asuntos Religiosos suníes en Líbano.
Aquí, a continuación, el texto completo de la intervención del líder musulmán, que realiza un recorrido histórico de las principales sectas políticas y extremistas del islam y analiza la política actual de molde mesiánico.
Traducción de AsiaNews:
Analizando la historia moderna desde finales del siglo XX el papel de Dios en la política, vemos que los judíos, los cristianos y los musulmanes son los grandes maestros en el uso de Dios en la esfera política. Desde la Revolución Islámica en Irán en 1979, la lista de jefes de Estado que se han referido a Dios, en la política, se ensancha. Emerge de esta lista los nombres de Richard Nixon y su encuentro con Dios por medio del famoso "tele-evangelista" Billy Graham. En el mismo sentido está también la visión mesiánica del mundo y un futuro escatológico de George Bush. Sin dejar de lado los discursos de la mayoría de los líderes árabes e israelíes - cada uno por su parte – que hacen un llamado a Dios que se encuentra en varias ocasiones, como un "enemigo del mal".
Más grave aún es la invocación directa de "Dios" en el contexto de los conflictos actuales. La declaración de George Bush tras los atentados del 2001 ("Esta cruzada, esta guerra contra el terrorismo va a durar en el tiempo") deja clara esta tendencia. Yendo aún más lejos, algunos líderes israelíes apoyados por rabinos extremistas hablan de una guerra inminente contra los árabes, inspirado en una interpretación distorsionada de los versículos del Talmud, con la intención de causar la venida del Mesías. Ellos apoyan la tesis de que los puntos principales se pueden extrapolar de un artículo escrito por Ron Chaya el 05 de enero de 2009 en Sucat David, titulado "Visto desde la Torá: el conflicto final": "[...] ninguno de estos grandes israelíes habla sobre estas cosas (esta guerra inminente) en modo público y explícito. Sólo tenemos una idea por los rumores que circulan, cuyo origen proviene de personas a los cuales estos grandes israelí ha hablado de esas cosas en privado. A pesar de todo, D. (Dios) nos ha dado la razón, y esto nos permite analizar y sacar conclusiones".
Entre los signos más claros de la era mesiánica enfoque se observan:
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El crecimiento a escala mundial del Islam fundamentalista, que emerge con claridad en los textos de Hazal, por cómo encaja en el "programa" de los eventos pre-mesiánicos: Yalkhout Chimoni (colección de midrash que datan de hace más de mil años) parachat Lekh Lekha 14: "El Mesías "crece" de Ismael (aquí representa a los árabes)". Lo que significa que Ismael es el "vehículo" a través del cual, a pesar de sí mismo, se prepara y monta la venida del Mesías. El Baal Baal Ha Tourim (siglo XIV) completa el Parachat Hayé Sarah: "Cuando Ismael caiga al final de los tiempos, entonces vendrá el Mesías".
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El Rabí Chaim Vital (estudiante Arizal, autor de los libros más importantes de la Cábala, en el siglo XVI), en su libro Daatha-etstov, capítulo 124: "... después de los cuatro reinos que han oprimido al pueblo de Israel (Babilonia, Persia , Grecia, Roma, y por extensión el Occidente), vendrá un quinto reino antes de la venida del Mesías: Ismael". El más antiguo Midrash Pirkei Rabi Eliezer (siglo I), al cap 32, afirma: "¿Por qué se llama Ismael (que significa "D. al escuchar")? Porque, al final de los tiempos, D. escuchará la voz del dolor del pueblo de Israel que le ha infligido los hijos de Ismael. Es por eso que ha sido llamado Ismael, porque nos informan que 'Ismael vee-yaanem', que D. escuchará y responderá (Tehilim 55)".
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"El conflicto que explotará al Hanukkah debería conducir a una generalización del conflicto en todo el mundo. En el tratado Yoma, en la página 10, está escrito que habrá una guerra entre Persia y el Oeste. Hoy no hay nada más probable.
El comentario de Malbim (en el versículo 45 del cap. 2 Daniel) también explica que antes que Mashiaj se revele, Occidente atacará Irak por un lado, e Irán por el otro. Realmente parece estar en el medio de estos acontecimientos.
Y continúa: "¿Qué debemos aprender del estudio de todo esto?". "Israel no puede salvarse mediante la teshuvá". Como se dijo anteriormente, el propósito para el cual creó D. a Ismael es que nosotros le gritemos a Él.
¡Y entonces se comienza a gritar!
Escuchando las palabras tranquilizadoras que Él comunica a través del midrash: "Hijos míos, ¿por qué tenéis miedo? Todo lo que he hecho, lo hice por ti, no tengáis miedo, el momento de vuestro 'geulah' llegó”.
En el lado musulmán, hay un discurso similar que incluye el retorno del imam al-Mahdi y de Jesucristo, precedido por las guerras regionales y mundiales, pero que jugará a su favor y destruirá al adversario, el hijo de Isaac. Pero lo que es nuevo e inesperado es la aparición de grupos extremistas islámicos que, en lugar de iniciar una guerra contra los 'hijos de Isaac', han participado en las guerras fratricidas con una violencia poco común. Su doctrina es extrañamente reminiscente de las dos sectas extremistas surgidas del islam primitivo y medieval, es decir, los Kharigiti e los assassini [asesinos].
1 - Los Kharigiti
Los Kharigiti, primera secta del islam, van a ser los inventores de la excomunión en el mundo musulmán. Ellos formaron su propia ideología bajo el lema "Ninguna autoridad fuera de Dios" (La houkma illa lillah) con el fin de afirmar su más férrea oposición a cualquier pensamiento anormal, fuera de los aceptados por Dios. Ellos están fuera de las filas del ejército del imam Ali en torno al año 658 (de ahí el nombre de "exiliados") criticándolo por aceptar el arbitraje después de la batalla de Siffin, mientras que para ellos es el mismo Dios quien eligió a Ali para ser el califa de los musulmanes. Esta oposición pronto se convierte en sangre, y los Kharigiti pasan a la acción asesinando al imam Ali.
Feroz opositor de los sunnitas y los chiitas, su recuerdo permanece grabado por su fanatismo formidable, que también se manifiesta en proclamas terroristas y extremistas. Considerando todos aquellos que no comparten sus opiniones y aquellos que cometen grandes pecados desde el punto de vista de la religión como no creyentes. Ellos, por sus pecados, deben ser asesinados y despojados de sus bienes. A lo largo de la historia han sido culpables de innumerables crímenes de los musulmanes en el nombre de Dios, no perdonando incluso a las mujeres, los ancianos y los niños.
Lo que nos desconcierta en este sentido, es el hecho que los Kharigiti, siendo los terroristas de la primera hora al islam, son a la vez los más fervientes practicantes de la religión. En una colección de dichos del Profeta Muhammad, se dice: "Una facción saldrá de mi comunidad. Leen el Corán mucho, hasta el punto de que su perseverancia en la lectura será nada comparado con ellos. Rezarán tanto que, en comparación con la suya, las oraciones no serán nada, y lo mismo es válido para el ayuno en comparación al de ellos. Leen el Corán pensando que apoyan su causa, mientras que este será un tema que se volverá en su contra. Sus oraciones son poco probables que superen su garganta. Ellos van a salir de la religión como una flecha que ha penetrado en la presa". En otras ocasiones, se sugiere que no pueden pasar como un musulmán, sino como un pagano o un no musulmán que quiera conocer sus dogmas, y así se puede ver ahorrada la vida".
Con la aparición de grupos como al-Qaeda, Boko Haram o Daesh [acrónimo árabe para el Estado islámico], algunas tendencias que son muy similares al Kharigitismo se han desarrollado en los últimos tiempos dentro de algunos grupos extremistas musulmanes. Ellos se creen investidos con el poder divino para obligar a la gente a abrazar el islam, pero al mismo tiempo, excomulgan a los musulmanes que no comparten sus ideas. En muchos de sus discursos, el ex muftí de Egipto, Ali Jomaa se refiere al imam Ali en merito a las peculiaridades del grupo terrorista Daesh, que equivale a los Kharigiti. El ex mufti de Egipto citó las palabras del imam Ali ben Abi Taleb, cuando dice: "Si ves las banderas negras, no te muevas, no muevas ni las manos ni los pies, porque entonces verás un grupo de jóvenes a los cuales no se les ha dado ninguna importancia, sus corazones como el acero endurecido (estas son las personas del Estado Islámico). No respetan los convenios o acuerdos: apelan a la verdad, cuando no la hacen en ninguna parte. Sus nombres, sus apodos y sus afiliaciones son nombres de ciudades (como Al-Baghdadi al-Basri, al-Masri, al-Libia, al-Zarqawi), el pelo es largo, como los de las mujeres, por lo que ellos no se diferencian de ellas. Su instrucción religiosa es la de los libros que no tienen autoridad. Ellos matan por venganza en nombre de Dios y no tienen ningún conocimiento serio de la religión”.
2 - Los assassini
Es un grupo filtrado del chiismo, y en particular de los ismaelitas. Activo en el Medio Oriente, sus seguidores se han establecido en Irak y Siria, y sobre todo en Irán. Hicieron temblar, por su crueldad feroz, a los cruzados y los mongoles durante tres siglos. El dogma de este movimiento Ismaelita, llamado anceh Nizarí, estuvo marcado por una tensión entre diferentes polos en contraste entre sí, entre el respeto debido al texto coránico en su significado aparente, y la voluntad de encontrar el significado oculto; entre la necesidad de permanecer en las sombras y la tentación de aparecer en público; entre la obediencia al Profeta del islam y su trabajo legal, y la sumisión a la autoridad de un soberano reconocido como sus imames infalibles, investido de una misión de Dios mismo.
Sobre ellos descansa una verdadera leyenda negra. Su determinación en la ejecución de las órdenes del imam muestra que son los "terroristas suicidas" de la primera hora, que no retroceden ante nada, prefiriendo morir antes que fallar. Usaron cuchillos de oro envenenado con los que atacaban a los que tenían que matar: muchos califas abasíes murieron en sus manos; sultanes, oficiales, generales musulmanes fueron asesinados por ellos. El rey de Jerusalén, Conrado de Monferrato, también cayó bajo sus golpes.
Lo importante a saber es el método de adoctrinamiento utilizado para reclutar seguidores. De acuerdo a las leyendas contadas por Arnold de Lübeck y Marco Polo, su líder, llamado el Viejo de la Montaña, drogaba a sus seguidores con hachís y los ponía en un jardín paradisiaco excavado en la montaña. Después de una noche de lujo y la lujuria, los jóvenes reclutas se despertaba en sus celdas, donde se les informaba que este paraíso lo tendrían por la eternidad si llegaban a morir en el intento de eliminar a un objetivo.
Que sea la leyenda o realidad, este método de adoctrinamiento será utilizada por grupos extremistas en la decapitación de rehenes de una manera tranquila, así como cuando se vuelven voluntariamente en bombas humanas. Para explicar estos gestos, algunos prefieren la pista del uso de anfetaminas, el Captagon. Un artículo de Paris Match citando una encuesta de Reuters confirma esta práctica. Los militantes de estos grupos están fuertemente drogados con Captagon, que les hace olvidar el dolor y que conduce al mismo tiempo a olvidarse de los otros. Es "como si la gente no existiera más", confiesa un joven militante de 19 años. Más recientemente, el joven libanés Bilal Mikati, que participan en estos grupos terroristas, le dijo al juez de instrucción que los militares han decapitado al soldado Ali Sayyed del ejército libanés bajo la influencia de Captagon. Parece reforzar esta hipótesis sus acciones impactantes cuando se convierten en terroristas suicidas y se lanzan contra personas inocentes para ser muertos y luego se les dé la bienvenida a toda prisa en el jardín celestial.
¿Y los wahabbiti?
Junto a estos dos grupos históricos “Kharijiti” e “assassini”, algunos citan una tercera tendencia más contemporánea, nacida a finales del siglo XVIII en la Península Arábiga, el “wahhabismo". Esta doctrina inspirará a muchos movimientos islámicos radicales, empujando al mismo tiempo a otros movimientos islámicos a una radicalización del dogma militante clave tanto en África, en Asia o en Europa. En la base del “wahhabismo" está Mohammad bin Abdul-Whahhab, teólogo sunita que se establece en 1739 en Arabia, donde se hizo conocer por su predicación marcado por el puritanismo, el radicalismo y una interpretación literal del Corán llevado al extremo.
Los fundamentos de su doctrina se centraron en el rechazo de la práctica espiritual sufí, y los dogmas sunnitas profesada por los sunnitas Hanafi y los achariti Shaf'i, acusados de ser infieles. Se opone vigorosamente a todos los compromisos con la modernidad y las nuevas ideas que bullen como "la innovación culpable o inapropiada". Su hostilidad hacia la perspectiva de intercesión ante Dios da el gusto de destruir todos los mausoleos y lugares de culto dedicados a la historia de los profetas y de los santos musulmanes, no perdonando, incluso la casa del Profeta Mahoma. Siguiendo su ejemplo, los movimientos afiliados a Daesh sistemáticamente han destruido todos los históricos monumentos, mausoleos, mezquitas e iglesias dedicadas a santos que encuentran en los territorios bajo su autoridad.
Históricamente, las rebeliones del movimiento wahhabita contra los otomanos después de su alianza con Arabia Saudita, los llevó a la bolsa de Karbala en 1801, la ciudad santa del chiísmo. Dos años más tarde, la toma de La Meca, Medina y Taif. En sus combates, lo que causó un número indeterminado de víctimas en el árabe y turco, han hecho hincapié en el hecho de que sus adversarios no eran más que no creyentes, y no estaban buscando nada más que el triunfo de la verdadera religión.
La pregunta que ahora se plantea es la siguiente: ¿por qué, después de la caída del imperio soviético, ya no hablan de "guerra fría", sino de "choque de civilizaciones"? El final de los dos bloques, mundo libre y democrático y el mundo comunista y totalitario, no ha creado un mundo unificado, sino una nueva fractura en base a los conceptos religiosos en que se libran las guerras en nombre de Dios. ¿Quién ha llevado a las antiguas sectas islámicas extremistas, para justificar, por tanto, una injerencia cada vez mayor en el Medio Oriente? De hecho, en lugar de hablar de las guerras de religión sería mejor hablar de guerras políticas, económicas y geoestratégicas. Tenemos que saber que, detrás del discurso religioso fanático, se encuentra una verdadera lucha por la dominación del mundo. Señalemos con el dedo a los grandes manipuladores del mundo que, para defender sus interés políticos, económicos y geoestratégicos, no dudan en convertir - con una gran habilidad - un Dios clemente y misericordioso en un Dios destructor, opresivo y vengativo.
17/12/2016 13:14
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