Obispos y fieles católicos reaccionan al pronunciamiento de la Corte suprema en mérito de la ley sobre la salud reproductiva, juzgada constitucional pero vaciada de algunos puntos. Presidente de obispos filipinos. "También si no tenemos la misma visión, podemos trabajar mano a mano por el bien del País".

Manila (AsiaNews/Agencias)- "No es una causa perdida, sino una gran victoria, si bien parcial. Porque la corte suprema juzgó inconstitucional muchos puntos para nosotros fundamentales". Así dice el p. Melvin Castro (v. foto), secretario ejecutivo de la Comisión para la familia y la vida de la Conferencia episcopal de Filipinas, reaccionó al pronunciamiento emitido ayer por el tribunal sobre la atacada ley sobre la salud reproductiva. Los jueces han confirmado la constitucionalidad de la disposición, abrogando algunos puntos.

En particular, explicó el p. Castro, fue apreciada la abrogación de algunas partes del art. 7, que imponía también a las estructuras religiosas ofrecer métodos y prestaciones para la planificación familiar. "La independencia de los hospitales católicos- subrayó- de invocar la propia objeción de conciencia fue reforzada".

Mons. Sócrates Villegas, presidente de la Conferencia episcopal filipina, recordó que "también si la Iglesia no puede tener la misma visión de los que apoyan la ley, podemos trabajar mano a mano por el bien del País. Mientras tanto, nosotros continuaremos en sostener la sacralidad de la vida humana y combatiendo todo tentativo que trate destruirla".

 

 

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