Indonesia, miles de personas de María para celebrar la vida consagrada

de Mathias Hariyadi

Cuatro días de eventos se están desarrollando en la iglesia de Sendangsono, lugar donde comenzó la evangelización de Indonesia en el siglo XIX. Más de cien sacerdotes y obispos celebraron la misa y acogieron al jesuita P. Martin Sanjoyo como primer “eremita diocesano” de Semarang.

Yakarta (AsiaNews) – La Iglesia indonesia ha organizado cuatro días de eventos y celebraciones en el contexto del año de la Vida Consagrada, instituido por el Papa Francisco en noviembre pasado y que concluirá en enero de 2016. Un encuentro sacerdotal vio la participación de las mayores comunidades de la isla de Java, la arquidiócesis de Yakarta, la de Semarang, la diócesis de Purwokerto, de Surabaya y de Malang.

Ayer, 110 sacerdotes concelebraron la misa en el santuario mariano de Sendangsono. La iglesia, lugar donde comenzó la evangelización de Indonesia en el siglo XIX y obra del P. van Lith, un jesuita holandés – es el sitio de peregrinación más famoso de Java. En el evento participaron también Mons. Johannes Pujasumarta, arzobispo de Semarang, Mons. Blasius Pujaraharja, obispo de Ketapang y Mons. Anton Bunyamin, obispo de Bandung.

El momento fue preparado con el objetivo de celebrar la "vida consagrada" de los sacerdotes y las religiosas de toda la Iglesia en el país, en comunión con el Papa Francisco. Miles de fieles provenientes de todas partes de Java Central se reunieron en el santuario para rezar junto a los obispos.

Uno de los episodios más intensos de la celebración fue el acogimiento oficial por parte del obispo de Semarang del Padre Martin Suhartono Sanjoyo como primer monje "eremita dicoesano". Sanjoyo, jesuita de 40 años de edad, pronunció en voz alta un juramento solemne para ser acogido en la diócesis de Mons. Pujasumarta.

El P. Martin entró en la Compañía de Jesús siendo muy joven. Antes de volverse "monje diocesano" fue docente de Sagradas Escrituras en Yogyakarta. Hace casi cinco años, hizo el pedido al superior provincial de los jesuitas para comenzar una vida monástica en una pequeña zona del Karangpandan, en Java Central, donde quería dedicarse a la vida de oración. El superior general permitió al P. Martin dejar la Compañía de Jesús cuando el jesuita pronunciara un juramento publico frente a cientos de testigos.