11/06/2020, 11.37
LÍBANO
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Intelectuales chiítas: la ‘cultura de la discordia’ de Hezbollah y Amal amenazan la unidad de la nación

de Fady Noun

Más del 40 personalidades del mundo chiíta libanés, contra la violencia fomentada durante el fin de semana por los militantes de los dos partidos. Una política “mezquina” que se alimenta de “divisiones y discordia”. Los partidos en el poder, paralizados frente al riesgo de una carestía y de un colapso económico. 

 

Beirut (AsiaNews/LOJ) - Un grupo de intelectuales chiítas publicó el 9 de junio pasado un comunicado que ha sido suscrito por 43 personalidades de primera línea, para denunciar los eslóganes sectarios difundidos por los partidarios de Hezbollah y Amal durante los enfrentamientos con manifestantes de la plaza de los Mártires. El documento alude a los enfrentamientos del sábado 6 de junio, en el contexto de las protestas organizadas por ciudadanos y grupos activistas, contra el actual gobierno.

Los firmantes afirman que el comportamiento sectario se inscribe en el contexto de una “política mezquina que se alimenta de divisiones y discordias”, y reafirman el apoyo al movimiento de revuelta del 17 de occtubre y su adhesión al “cambio, con miras a la construcción de un nuevo Estado de derecho”. 

El documento se titula “La cultura chií se opone a la injusticia y a la corrupción e invoca un Estado civil democrático y justo”. Desde las primeras líneas, los firmantes resaltan que uno de los principales resultados de la protesta del 17 de octubre es que “los libaneses han salido a las calles, guiados únicamente por su pertenencia a la misma nación”. Los ciudadanos, prosigue el documento, se han negado a “ser confinados en cadenas confesionales, y se han unido frente a un poder que siempre ha invertido en la inffluencia comunitaria para consolidar la corrupción y el clientelismo y debilitar el Estado”. 

Recordando que “los intentos de reprimir el movimeinto de revuelta comenzaron desde los primeros días y jamás se detuvieron”, los que firman confirman que los incidentes del 6 de junio [los enfrentamientos interconfesionales de la plaza de los Mártires, de Tarik Jedidé y de Chiyah-Aïn el-Remmané] han dejado al descubierto una política que tiende a paralizar a los libaneses mediante cadenas confesionales, y a reclutarlos con miras a las batallas desatadas por esta fragmentación.

“La insistencia en articular el eslogan ‘chiítas, chiítas, chiítas’ por parte de facciones organizadas y teleguiadas - prosigue el documento - tiene por único objetivo provocar, con la utilización de expresiones que son, entre otros [calificativos], blasfemas”. “Este comportamiento deliberado refleja el impasse que atraviesan los partidos en el poder, paralizados frente a la amenaza de la carestía y del colapso económico. Al mismo tiempo, ello nos devuelve a su irresponsabilidad respecto a la sociedad y al Estado. La situación de punto muerto es tal, que estos partidos no vacilan en fomentar la discordia y en usarla para preservar su hegemonía y la corrupción”, prosiguen los intelectuales chiíes, que renuevan su apoyo al movimiento del 17 de octubre. Al mismo tiempo, reafirman su “adhesión a una perspectiva de Estado civil y de coexistencia”. 

Ellos “estigmatizan” las políticas sectarias y mezquinas que se alimentan de divisiones y discordias, y hacen un llamamiento a los libaneses para que sigan comprometidos con el cambio, para dar vida a un Estado de derecho, fundado sobre la ciudadanía y la Constitución”. “Advertimos [que hay] fuerzas que se están arraigando en la generalización de la cultura de las divisiones, del aislacionismo y de la arrogancia, y que invierten en la demagogia y en los instintos confesionales. Y cuyas decisiones son suicidas y reflejan el comportamiento de los que son débiles en la religión, en el patriotismo y en el espíritu”, observan los que firman, antes de notar, al mismo tiempo, que los eslóganes esgrimidos por los partidarios de Hezbollah y Amal el pasado 6 de junio “atentan contra la identidad chiíta árabe libanesa, así como contra la identidad islámica. Estos representan - concluye el documento - una cultura provisoria y vergonzosa, que busca transformar una comunidad abierta, la de los chiítas, en un grupo cerrado a todos los valores consolidados por todos sus imanes a lo largo del tiempo, y en particular, por Ali”.

 

A continuación, entre lo que firman el documento figuran:

Assaad Haïdar, Ahmad Ayache - Periodistas

Harès Sleiman - Docente universitario y analista político

Habib Kercht - Político y empresario 

Hassan Hajje Hassan - Docente 

Hussein Allaou - Activista

Khalil Kazem Khalil -  Embajador retirado 

Charif Dirani - Médico, vive en Francia

Ali Sabri Hamadé - Ingeniero y político 

Ali Mohammad Hassan el-Amine - Editor de al-Janoubia, candidato en las últimas elecciones

Ali Beydoun, Ali Zeayter - Médicos

Hajje Abbas Ismaïl - Ex presidente de la municipalidad de Becá

Ali Dirani - Ingeniero

Ghaleb Yaghi - Ex presidente de la municipalidad de Baalbeck

Karim Mroué - Analista político y escritor

Lina Hamdan - Activista

Mona Fayad - Politóloga y docente universitaria

Layal Mansour - Economista y docente universitaria

Lina Husseini - Activista

Mona Ghandour - Escritora, artista

Yassdine Chamass - Empresario 

A ellos se suman varias personalidades de la cultura, la enseñanza y otras que pertenecen a las profesiones liberales.

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