01/02/2017, 13.43
PAKISTAN
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Lahore, por acusación de “blasfemia en las redes sociales”, arriesgan la pena de muerte los intelectuales activistas desaparecidos

de Shafique Khokhar

El único que apareció fue el profesor Salman Haider; los otros cuatro blogueros están desaparecidos hace casi un mes. La denuncia fue presentada por la Shuhada Foundation. Aunque sean absueltos, “de todos modos, su vida se volverá desdichada”.

Lahore (AsiaNews) – El profesor pakistaní Salman Haider, que hace poco pudo volver a abrazar a su familia tras haber sido raptado, y los otros cuatro intelectuales activistas que están desaparecidos desde hace casi un mes, están siendo indagados por blasfemia. Es lo que confirma la Federal Investigation Agency (FIA), que ha registrado el caso en la comisaría de  Iqbal Town (Lahore), en base a la denuncia presentada por un miembro de la Shuhada Foundation. Bajo la lupa han quedado los comentarios que éstos publicaron en las redes sociales, en las cuales criticaron el extremismo religioso y la postura radical de algunos sectores de las fuerzas de seguridad y del gobierno. La recepción de la denuncia por blasfemia, crimen que en Pakistán es castigado con la pena de muerte, era  aquello que más temían las familias de los activistas y sus sostenedores, que se quejan de una represión, cada vez mayor, de la libertad de expresión .

El juez Abdul Ghafoor Kakar consintió el registro oficial de la práctica, dando inicio a las investigaciones, según marca la Sección 295 C del Anti-Terrorism Act. El magistrado también estableció que el famoso profesor de Rawalpindi se verá obligado a permanecer en el país durante todo el tiempo que dure el caso.

Hamza Arshad, docente y activista, informa que la reaparición de Haider “fue recibida con inmensa alegría por parte de grupos políticos y civiles. El hecho de que él sea puesto en libertad sano y salvo, así como los cuatro blogueros de Lahore, es considerado un signo vital del poder persuasivo de la opinión pública”. Lamentablemente, agrega, “en esta parte del mundo la complacencia tiene una vida breve. La FIA registró el caso contra el profesor ‘perdido-y-luego-encontrado’ y contra los otros intelectuales por haber insultado al islam en los medios sociales”.

“Nos habríamos sorprendido –agrega con amargura- si la situación no hubiera llegado a este punto. Bajo nuestra mirada desfilan las fuerzas de la oscuridad, mientras la armonía social y la postura liberal siguen dando marcha atrás. Esta es la lucha que el país está combatiendo por su supervivencia”.

Según el activista, “es deplorable que a los terroristas arrestados en plena batalla les sea otorgada amplia libertad, mientras que los escritores y comentaristas, en cambio, son indagados. La acusación de blasfemia, sea ésta verdadera o no, para una persona que ya ha sido embestida por la hostilidad de los fanáticos, ciertamente vuelve su vida desdichada”.

La acusación de insulto al profeta, concluye Arshad, “es castigada con la pena capital, y hay pocas posibilidades de salvar la vida, incluso en caso de ser absuelto. Todo esto ocurre en un momento en el cual la India, nuestro archirrival, nos está empujando a aislarnos de la comunidad internacional. Por nuestra parte, no dejamos de hacer intentos para darle una mano en este sentido”. 

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