06/08/2015, 00.00
CHINA
Enviar a un amigo

Los hijos ilegítimos, los fondos robados y poca religión: una nueva tormenta sobre el abad del templo Shaolin

Un antiguo discípulo del monasterio acusó al controvertido monje Shi Yongxin de vender el patrimonio religioso y cultural que le ha sido confiado. Conocido por sus gustos caros y su apodo - "abad CEO" - Shi transformaría en uno de los templos más respetados de China en una "vaca para ordeñar dinero". La Red pide al gobierno investigar "con seriedad" las denuncias.

Beijing (AsiaNews) - Los hijos ilegítimos, los fondos robados a los monjes y destinados a la amante, muy poco religión y sin espiritualidad. Son las acusaciones hechas por un ex discípulo del Templo Shaolin en contra del polémico abad Shi Yongxin, desde hace años en el centro de atención por sus gustos caros y el apodo de "abad CEO". El templo niega las acusaciones que aparecieron en Internet y quieren el arresto de quien las posteo - identificado como Shi Zhengyi ["interpretar la justicia", ndr] -, pero un gran número de personas piden a las autoridades a investigar "con seriedad" las acusaciones.

Por su parte, la Oficina de Asuntos Religiosos confirmó esta mañana que se ha abierto una investigación sobre las acusaciones. También porque el anonimo Zhengyi presentó documentos detallados que muestran tanto la paternidad de un hijo ilegítimo, como los cargos de robo que provocó la expulsión del abad de un templo Zen, donde él era un estudiante. Incluso la Asociación Budista de China, de la cual Shi fue vicepresidente, expresó su "preocupación por las acusaciones, que afectan a la imagen y reputación de nuestra religión".

El abad ha transformado el templo - antiguo de 1.500 años - en un lugar dedicado al comercio. En el local se realizan films y series de televisión, su academia de artes marciales está abierto por una tarifa, los monjes recorren el mundo con espectáculos teatrales. Incluso se estaría expandiendo en Australia, donde quiere abrir una nueva escuela de artes marciales en un resort de cinco estrellas que ofrece incluso un campo de golf con 12 hoyos.

Muchos piensan que detrás de esta mutación del monasterio, de un lugar de oración a parque de atracciones, está el abad Shi. Estos subieron a los titulares después de aceptar € 20.000 de algunos empresarios que pidieron su bendición y un SUV de súper lujo, por valor de € 100.000, que le dio el gobierno local por su contribución a la economía local. Él dio la vuelta al país también con una tunica hechas de hilos de oro, del valor de € 16.000, que el sacerdote había aceptado primero con alegría y finalmente devolvió para calmar la controversia.

Un monje budista, que pidió permanecer en el anonimato, dice: "Entre más alto es el árbol más viento debe afrontar. Los problemas de la corrupción y la mala financiación ciertamente no se limitan al templo Shaolin. En verdad que son muy comunes en China. De todos modos, las autoridades gubernamentales involucradas con las religiones quieren que sus lugares de oración o de culto sean más puros".

La Red parece todavía crecer las denuncias anónimas. En el medio social nacional se leen comentarios como "No importa si estas cosas son verdaderas o falsas. Shi debe dimitir". Otro usuario agrega: "El templo de Shaolin debe ser un lugar retirado donde se enseñan el budismo, la cultura china se cultiva y el espíritu es purificado. Ahora es una corporación, una vaca de la cual mana dinero".

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Templo de Shaolin: el coloso del rubro textil no puede usar nuestra marca
21/09/2020 15:26
Shi Yonxing, abad de Shaolin es inocente: cayeron todas las acusaciones
25/02/2017 12:39
Un templo budista, para fortalecer la amistad entre Corea y Pakistán
05/12/2019 17:01
​Sindacalista se refugia en el templo budista Jogye. Cientos de policías para forzarlo a salir
09/12/2015
Católico arrestado por cultivar cannabis para tratar a su esposa en fase terminal
08/04/2017 12:24


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”