Los iraníes, a favor de la globalización y del comercio con Europa. Pero temen a Trump

Es lo que surge de un sondeo que confirma el creciente optimismo de la población. La mayoría está convencida de que sus hijos tendrán un futuro mejor que sus padres. Para el 90%, la presencia de compañías extranjeras en el país es vista como algo positivo. Preocupa la posibilidad de que se cancele el acuerdo nuclear, en vista de las amenazas de los EEUU. Petición de intelectuales, diplomáticos y militares de la UE.

Teherán (AsiaNews) – En términos generales, el pueblo iraní se muestra a favor del proceso de globalización y lo apoya, reclama por reformas económicas internas en el país, y desea mejorar las relaciones económicas y comerciales con Europa. Es lo que surge de una encuesta elaborada en el pasado mes de agosto, cuyos resultados fueron difundidos algunos días atrás. Aunque desean un fortalecimiento de los lazos con la UE, los entrevistados temen que las “presiones” ejercidas por los Estados Unidos – prueba de ello es el discurso de Trump en la ONU- terminarán alejando a Bruselas e Irán.

Las respuestas arrojan un creciente optimismo en la opinión pública iraní acerca del futuro económico y social del país, que también se ha vuelto posible gracias al aligeramiento de las sanciones tras la firma del acuerdo en materia nuclear. Esto queda demostrado por el consenso difundido en torno a la palabra “globalización”, que es vista como un “creciente comercio entre las naciones en lo que atañe a bienes, servicios a inversiones”, y que es considerada en términos positivos por el 62,5% de los entrevistados.

Además, el tema económico ha desempeñado un rol destacado en la campaña electoral, convirtiéndose en objeto de un duro debate entre los candidatos, con el intercambio de acusaciones cruzadas. Y los datos que se han difundido en las últimas semanas muestran que la campaña de reformas emprendida por el presidente moderado Hassan Rouhani, que obtuvo el triunfo en las elecciones del 19 de mayo pasado garantizándole un segundo mandato, parecen asegurar efectos positivos.

Los iraníes muestran entusiasmo por las inversiones y el comercio iniciados por las compañías extranjeras en y con el país. Una amplia mayoría (84,6%) afirma que “el crecimiento del comercio o las inversiones” entre Irán y otras naciones ha tenido efectos “muy positivos, o de alguna manera positivos” para la nación. El 51,1% está convencido de que esto ha determinado un crecimiento en los puestos de trabajo, y, para el 40,4%, incluso un aumento de los salarios.

En lo que concierne a las compañías extranjeras que operan en Irán, para el 90% de los entrevistados su presencia es “muy positiva, o bastante positiva”. Y cuando se habla de Estados en forma individual, hay una preferencia por naciones como Alemania (66,1%) o Japón (66,7%), si bien los entrevistados tienen una mirada favorable hacia toda la Unión Europea.

Por el contrario, sigue siendo elevada la desconfianza hacia los Estados Unidos, y hacia un socio histórico y tradicional de la República islámica, China: sólo el 19,1% de los iraníes considera que el fortalecimiento de los lazos con Beijing podría conducir a “grandes” beneficios. Por otro lado, si bien manteniendo una abierta desconfianza –cuando no una abierta hostilidad hacia la administración de los EEUU- el 49,9% de los entrevistados considera que la presencia de empresas y compañías estadounidenses en el territorio es un factor positivo.

Con una mirada a largo plazo, los iraníes parecen optimistas en cuanto respecta al futuro de su economía, siendo que el 56,6% de los entrevistados está convencido de que sus hijos gozarán de una realidad mejor que aquella en la que han vivido sus padres. Lo único que provoca pesimismo y preocupación es la posible cancelación del acuerdo en materia nuclear (JCPOA), el cual es considerado positivo y esencial para el futuro del país por el 61,7% de los entrevistados.

Precisamente en torno al tema del acuerdo nuclear, en los últimos días se ha confirmado la existencia de una petición que ha sido suscripta por 76 intelectuales, activistas, diplomáticos o ex militares de Europa, Rusia y el Reino Unido, entre los cuales figuran el ex secretario general de la OTAN Javier Solana, el ruso Igor Ivanov –otrora jefe de la diplomacia de Moscú- y Lord David Owen, ex ministro de Relaciones Exteriores británico. En el documento los firmantes dan a conocer la preocupación que suscita en ellos la amenaza planteada por Donald Trump, cada vez más orientado a cancelar lo que él ha definido en reiteradas oportunidades “como el peor acuerdo que haya existido jamás”. Las acciones unilaterales por parte de los Estados Unidos serían un “grave error”, que terminaría por socavar los intereses de Washington y la imagen de los Estados Unidos en Europa, además de su cooperación en el ámbito del Consejo de Seguridad de la ONU.

Si bien el plazo que abarca es limitado, y pese a no ser el mejor acuerdo posible, el JCPOA, según afirman los firmantes del petitorio, ha garantizado una contención decisiva en relación al programa atómico de los ayatolás, y ha posibilitado el relanzamiento económico y comercial con Occidente. Por último, aún si los Estados Unidos rescindieran el contrato, Europa debe tomar la dirección contraria y hacer todo lo que esté a su alcance para salvaguardar y mantener vigente el acuerdo, tanto en el espíritu como en los hechos.