05/05/2021, 13.32
INDIA
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Malvani, fiel católico: Mi esposa renuncia al oxígeno para salvar a los pacientes de Covid

de Pascal Saldanha

Rosy Saldanha sufre de diabetes y tiene una parálisis leve. A pesar de ello, ha pedido a su marido Pascal que comparta las bombonas de oxígeno con los enfermos del coronavirus. La pareja vende joyas y otros bienes para ayudar a los necesitados. "Siempre debemos ayudar a los pobres y necesitados".

Bombay (AsiaNews) – Con 360.000 nuevos contagios por día, la India se esfuerza por contener la pandemia del Covid-19. La escasez de oxígeno en los hospitales es una tragedia diaria para muchísimos enfermos. A pesar del trágico saldo, no faltan las historias de solidaridad. Pascal Saldanha es un decorador católico de Malvani (un suburbio de Bombay) y cuenta la historia de su esposa, Rosy. Ella es diabética y lidia con numerosas enfermedades, pero ha decidido donar las bombonas de oxígeno que tiene en su casa -y que usa para emergencias- a los enfermos graves de Covid-19.  "Debemos ayudar siempre a los pobres y a los necesitados", dice a AsiaNews esta mujer católica de 52 años, que tuvo que dejar su trabajo de profesora en la escuela St. Xavier de Borivali después de 12 años, a causa de su enfermedad. "Estoy enferma", explica, "pero hay que apoyar a los que tienen dificultades, hacerlos felices. Nuestros hijos Anselmo y Shalom nos animan a ayudar a los demás".

 

El 18 de abril, en el punto más álgido de la segunda ola de la pandemia de coronavirus, mi amigo de la infancia Rafique Siddiqui me contó que una profesora de la Holy Mother English School -la escuela de la que es director- no podía conseguir oxígeno para tratar a su marido, que se había contagiado de Covid.

Cuando se lo conté, mi mujer Rosy decidió donar a Shabana Malik la bombona de oxígeno que tenemos en casa para las emergencias. Rosy es diabética: en 2016 tuvo una hemorragia cerebral y acabó en coma; sus riñones colapsaron y desde entonces sufre una parálisis leve. Al llegar al hospital, pesaba 65 kg; tras un mes en cuidados intensivos, bajó  20 kg. Desde que regresó a casa, tiene que someterse a diálisis tres veces por semana. Ahora pesa 40 kg, pero sigue teniendo riesgo de infección.

El mismo día que hablé con Rafique, entregamos el tanque de oxígeno a Shabana. "No te preocupes por mí", me dijo Rosy, "si vivo o muero es un regalo de Dios. Salvemos la vida de los enfermos"

Gasté 20 millones de rupias (225.500 euros) en el tratamiento de Rosy. Nos vimos obligados a vender nuestra segunda vivienda para hacer frente a los gastos. Con la emergencia sanitaria hay pocos matrimonios y mi trabajo como decorador se ha visto afectado. A pesar de ello, estamos encantados de ayudar a los demás con lo que tenemos.

Rosy insistió en que vendiera sus joyas para comprar más tanques de oxígeno y donarlos. Hemos recaudado 80.000 rupias (900 euros) con la venta. Además del marido de Shabana, hemos entregado bombonas de oxígeno a siete personas. También venderé mi generador por 400.000 rupias (4.500 euros) para ayudar a otros enfermos.

Siempre he donado una parte de mis ganancias para ayudar a los pobres. Rosy es una inspiración para mí. Ayudamos a 30 niños del orfanato Prem Sadan. Durante la pandemia distribuimos dos toneladas de cereales y legumbres. Mucha gente me agradece esta ayuda, pero yo les digo: 'No me agradezcan a mí, agradézcanle a mi esposa'. Ella es la que me pidió que compartiera el oxígeno y salvara vidas”.

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