Mensaje del Vaticano por el Vesak: cristianos y budistas por una "educación ecológica"

El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso propone a los budistas colaborar para "liberar a la humanidad del sufrimiento causado por el cambio climático, y contribuir al cuidado de nuestro hogar común". Cristianos y budistas comparten la conciencia de que los "desiertos externos" son causados por los "desiertos internos", y que la crisis ecológica es, ante todo, "una crisis del ego"

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Los desiertos exteriores” se multiplican, ya que cada vez más se ensanchan los "desiertos internos". De esta cita de la "Laudato sí" (217) brota el mensaje que el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso envió el mundo budista que estos días celebra el Vesakh, la fiesta más importante de su calendario, que recuerda principales acontecimientos de la vida de Buda.

En el mensaje, firmado por el cardenal. Jean Louis Tauran, se reafirma que "la crisis ecológica es una llamada a una profunda conversión interior". Esta creencia también está viva entre los budistas en algunos documentos sobre el cambio climático y nuestra responsabilidad, afirmando que "en el corazón de la crisis ecológica" hay "una crisis del ego, expresado por la codicia, la ansiedad, la arrogancia y la ignorancia del ser humano".

"Cultivando una mirada al interior y la compasión, vamos a ser capaces de actuar por amor, no por miedo, para proteger nuestro planeta" (Buddhist Climate Change Statement to World Leaders).

El Mensaje señala la profunda armonía entre estos estados y lo que el Papa Francisco escribió en la "Laudato sí", con su llamada a "difundir un nuevo modelo con respecto al ser humano, a la vida, a la sociedad y a la relación con la naturaleza "(n. 215) a través del trabajo educativo.

De ahí la invitación a la colaboración. "Es una necesidad urgente - se afirma en el mensaje - que los seguidores de todas las religiones crucen sus fronteras y se unan en la construcción de un orden social y ecológica responsable basada en valores compartidos. En los países en los que viven y trabajan lado a lado budistas y cristianos, podemos promover la salud y la sostenibilidad del planeta a través de programas educativos comunes para aumentar la conciencia ambiental con iniciativas conjuntas".

El objetivo de esta colaboración es "liberar a la humanidad de los sufrimientos causados por el cambio climático, y contribuir al cuidado de nuestro hogar común".