Miles de migrantes filipinos tratados "como animales" por las autoridades sauditas

Más de 6700 trabajadores filipinos fueron retenidos en los centros de detención del País. Los primeros en volver a su patria contaron las violencias y abusos realizados por la policía. Desde el 3 de noviembre Riad ha dado una vuelta de candado contra los inmigrantes clandestinos. Las medidas son fruto de una ley sobre la inmigración ilegal emanada en enero y congelada por una amnistía.

Riad (AsiaNews/Agencias) - Tratados como animales y encerrados en una celda por días con los pies atados y encadenados. Es cuánto emerge de lo que cuentan 30 emigrantes filipinos expulsados por el gobierno saudita después de a amnistía para los clandestinos emigrados al reino por trabajo. Según fuentes del gobierno filipino son al menos 6700 personas y sin documentos, las personas retenidas en Jeddah y en otras ciudades del País islámico.

Amor Roxas, mujer de 46 años retornó ayer a Filipinas junto a otros 29 emigrantes. "Nos han tratado como animales2, afirma la doméstica que antes de ser expulsada pasó 4 días en una celda llena de gente y sin asistencia. Yvonne Motofeo, migrante de 32 años también ella expulsada, que para impedirle el que escapara las autoridades la "han atado con cadenas en los pies"

Segú los datos de Migrate International, organización en sustento de los trabajadores filipinos en el extranjero, en la sola Jeddah hay al menos 1700 migrantes en espera de ser expulsados. Otros 500 mil están en vez "prisioneros" en la ciudad en centros de detención de Riad, Al Khobar y Damman. Los responsables de la organización precisan que la mayor parte de los filipinos emigrados en Arabia Saudita arriesgan violencias y arresto arbitrarios de parte de las autoridades.

La semana pasada, Jejomar Binay, vicepresidente filipino y concejero para la emigración, envió una carta al rey Abdullah pidiendo prorrogar el término del vencimiento de la amnistía. El alto número de migrantes irregulares ha hecho retardar los trámites y "miles de trabajadores están aún en espera de regularización su status".

En el País árabe trabajan unos 30 mil filipinos. Estos, además de ser explotados y mal pagados, sufren todo tipo de violencias verbales y físicas a causa de su fe cristiana. Emanado en enero de 2013, el bando sobre los clandestinos fue congelado por algunos meses para consentir a millones de migrantes residentes en el reino el legalizar su posición. Según datos de Manila, antes de la amnistía Riad expulsó más de 4000 trabajadores filipinos.