Mons. Hinder: los cristianos de Arabia ruegan por la liberación del padre Tom.
El Vicariato responde al pedido de la familia salesiana, lanzado ayer por el Rector Mayor. Se prevén momentos de oración por el sacerdote secuestrado y por las hermanas masacradas. Está previsto un momento de recogimiento especial al término de la misa “In Coena Domini”. "Sigue siendo fuerte el shock; un pensamiento dirigido a los cristianos de Yemen, que se han quedado sin un pastor”
Saná (AsiaNews) - El Vicariato de Arabia meridional se une también al llamamiento del Rector Mayor de los salesianos, lanzado ayer, por el cual invita a los miembros de la congregación y de toda la comunidad cristiana a rezar por las cuatro hermanas masacradas en Yemen, así como por la liberación del Padre Tom Uzhunnalil. El sacerdote de origen indio está hace dos semanas en manos de un comando yihadista, probablemente cercano al Estado Islámico, que el 4 de marzo pasado atacó el complejo de las misioneras de la Caridad en Adén, en el sur del país, asesinando a cuatro religiosas y a otras 12 personas.
Hasta ahora no habido noticias oficiales del paradero del salesiano de 56 años nacido en Ramapuram, cerca de Pala (Kottayam, Kerala), en una familia profundamente católica. Su tío Mateo, muerto el año pasado, también era salesiano, y fue el fundador de la misión en Yemen. El Padre Tom se encontraba en el país árabe desde hacía cuatro años.
En la Semana Santa y, en particular, el jueves luego de la Eucaristía “In Coena Domini”, la Familia salesiana pide celebrar un momento de oración por esta intención especial.
Al ser entrevistado por AsiaNews, Mons. Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), subraya que sigue siendo fuerte el estado de “shock” causado por el “brutal homicidio” de las hermanas. Él pide “la intercesión” de las “cuatro mártires” por el bien de Yemen y de todo Medio Oriente, a fin de que “pueda triunfar la paz, y cesar la violencia””.
El prelado confirma que “aún no hay noticias seguras” acerca de la suerte del Padre Tom, si bien permanece viva “la esperanza de que pueda ser liberado”. En el marco de las celebraciones de la Semana Santa, agrega el vicario, “pido a todos ustedes que recen” por el sacerdote indio, en particular “durante las horas de adoración” que seguirán a los ritos de la Última Cena.
El vicario reiteró su solidaridad y cercanía hacia “todos los que han sido afectados por los hechos de Adén, a las familias de las víctimas, a las Misioneras de la Caridad, a la Congregación de los Salesianos” y “a los pocos cristianos que han quedado [en Yemen] sin un pastor, en este momento de prueba”.
En tanto, la pequeña comunidad cristiana que sigue estando presente en Yemen –el Padre George, algunas hermanas y algunos fieles, la mayor parte de ellos concentrados en Saná – se dispone a vivir las celebraciones de la Pascua en tono menor, con discreción y en medio de numerosas dificultades. En la capital se llevarán a cabo momentos de oración, pero se tratará de celebraciones muy sencillas, sin grandes encuentros, para evitar el peligro de nuevos ataques. No se excluyen los momentos de oración en Adén y en otras zonas, pero serán ocasión para reuniones de carácter “privado”, y en lugares anónimos.
