02/09/2021, 12.58
LÍBANO
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Obispo de Jbeil-Byblos: fondos y ayuda para la 'dramática' crisis de las escuelas

de Dario Salvi

Más de 90.000 alumnos han abandonado las escuelas. No hay fondos para pagar salarios y material escolar. El costo de un bolígrafo pasó de 2 mil a 25 mil libras libanesas. Los profesores huyen del país apenas pueden. Monseñor Aoun: está en peligro un modelo educativo de excelencia que ha favorecido la integración entre cristianos y musulmanes.

Beirut (AsiaNews) - La crisis político-económica del Líbano, agravada por la subida del dólar - que "antes valía 1.500 libras libanesas y ahora ha llegado a 20 mil" - está "destruyendo el sistema educativo y las perspectivas para el futuro inmediato son "dramáticas". Mons. Michel Aoun, obispo libanés de Jbeil-Byblos de los maronitas, explicó a AsiaNews la gravedad de la situación. "La formación de un nuevo gobierno, indispensable para poner nuevamente en marcha el país, se ve obstaculizada por problemas internos y externos, como los conflictos regionales e internacionales". El comienzo del año escolar "programado para mediados de septiembre, aunque cada escuela decide de forma independiente, está en peligro debido a la falta de fondos". Para dar un ejemplo, un bolígrafo que antes costaba 2.000 libras libanesas, hoy cuesta 25.000”.

En el pasado, explica el prelado, "el 65% del presupuesto de un instituto se destinaba para gastos de personal, como sueldos de profesores y colaboradores, y el otro 35% para el funcionamiento de las instalaciones: luz, gasoil, material escolar, etc.". Con los precios actuales, advierte, “no sé cómo harán para mantenerse, porque los fondos ya no son suficientes. A pesar de todo, no podemos darnos por vencidos y debemos tener confianza en Dios y los amigos que nos han apoyado hasta ahora, aunque las ayudas ya no son grandes”.

La escuela libanesa era hace años un modelo de excelencia y los institutos católicos se encontraban entre los más acreditados. Según un informe del Foro Económico Mundial, en 2016 el país de los cedros ocupó el cuarto lugar en el ranking mundial del mejor nivel de educación en matemáticas y ciencias; sus ciudadanos también eran famosos por ser cultos y multilingües. Ahora la situación ha cambiado y hay miles de nuevas familias pobres, abrumadas por una crisis económica que ha obligado a los padres a retirar a sus hijos de las escuelas privadas porque ya no pueden pagar las cuotas. Según el Ministerio de Educación, desde que comenzó la emergencia en la segunda mitad de 2019, más de 90.000 estudiantes libaneses se han trasladado a otros lugares, sobre todo a zonas agrícolas.

Muchas familias han visto desaparecer sus ahorros en poco tiempo y el poder adquisitivo de los salarios es cada vez menor, alrededor de una décima parte de su valor anterior a la crisis. Fuentes de la ONU muestran que hoy la pobreza afecta a más del 75% de la población. La pandemia de covid-19 ha exacerbado la emergencia y agravado la deserción escolar, a lo que se suman las dificultades relacionadas con la enseñanza a distancia.

La red de escuelas católicas, que formaba 185 mil alumnos, perdió 9 mil solo el año pasado y se vio obligada a cerrar 14 de sus 337 instituciones. El exsecretario general Boutros Azar explica que "si no hay un apoyo adecuado del sector privado, será el fin de la educación de calidad en el Líbano". Por eso en los últimos tiempos varias organizaciones han lanzado campañas de apoyo y ayuda para que cientos de miles de niños vuelvan a la escuela. “Tenemos 100.000 alumnos necesitados - confirma Mons. Aoun - que deberemos ayudar a afrontar este año escolar. Sólo harían falta 200 dólares por cada uno, unos 20 millones de dólares, para no perder todo un año de estudio, y hasta una pequeña donación puede hacer la diferencia”.

Al problema de la deserción escolar se suma el éxodo de profesores, como confirma el obispo de Jbeil: "En esta crisis - señala - necesitamos que nos ayuden. Otra preocupación es que los buenos maestros abandonan el Líbano en cuanto pueden y emigran a Francia o Canadá". El religioso subraya que eso también puede destruir un sistema educativo que alguna vez fue excelente y se remonta al 1700, que ha favorecido no sólo la educación sino también la integración entre cristianos y musulmanes, y ayudó a construir una sociedad pluralista y tolerante. Solo para dar un ejemplo, explica Mons. Aoun, “el jefe druso Walid Jumblatt estudió en una escuela católica; en una escuela dirigida por las Hermanas Antonianas, el 95% de los estudiantes son niñas y niños musulmanes, y las familias la eligen por su nivel de educación y libertad en la enseñanza. En Beirut tenemos seis institutos con el 20% de alumnos musulmanes".

La Iglesia libanesa ha formado una comisión de emergencia presidida por el arzobispo de Trípoli para buscar soluciones a la crisis financiera que amenaza con destruir el sistema educativo y todo el sistema del país. “Si se pierde el Líbano - concluye Mons. Aoun - se pierde todo el Medio Oriente. Somos una pequeña realidad, pero que ha sabido transmitir valores y modelos a lo largo de la historia. La fase actual es el resultado de una política incomprensible, pero un poco de ayuda es suficiente para que el país se recupere. Necesitamos la buena voluntad de todos”.

 

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