15/01/2016, 00.00
INDIA
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Obispo de Vasai sobre los atentados de Yakarta: La religión sólo puede ser un instrumento de paz

de Nirmala Carvalho
Mons. Felix Machado preside la Oficina para el ecumenismo y el diálogo interreligioso de la Federación de las Conferencias episcopales de Asia. Profundo dolor por los atentados de Yakarta, “actos cobardes contra personas inocentes en nombre de la religión, que no ayudan ni a Dios ni al pueblo de Dios”. La importancia del diálogo entre las religiones. El valor de la religión para “enseñar el esplendor y la dignidad de la persona y difundir un sentido más claro de la unicidad de la familia humana”.

Mumbai (AsiaNews)- La religión, “por su misma naturaleza, no puede ser más que un instrumento de paz”. “No puede convertirse en pretexto para el conflicto, sobre todo cuando las identidades religiosas, culturales y étnicas coinciden”. “Nadie que se considere fiel a Dios tiene el derecho de matar a su hermano en nombre del mismo Dios”. Lo dice a AsiaNews, mons. Felix Machado, arzobispo de Vasai, comentando los atentados de ayer sucedidos en el centro de Yakarta (Indonesia). El arzobispo dice estar muy dolido por estas formas de violencia, que “no resuelven nada, es más, la violencia se intensifica y agranda los problemas de la humanidad”.

Según Mons. Machado, que es también presidente de la Oficina para el ecumenismo y el diálogo interreligioso de la Federación de las Conferencias episcopales de Asia (FAB-OEIA), “quien sea responsable de estos actos cobardes contra personas inocentes en nombre de la religión, no ayuda ni a Dios ni al pueblo de Dios. No hay justificación para la violencia”.

La serie de explosiones que han conmovido a una de las zonas comerciales y turísticas más renombradas de la capital indonesia, fueron reivindicadas por un grupo terrorista islámico ligado al Isis, que trata de predominar en la región. Hoy, las fuerzas de seguridad arrestaron a tres sospechosos, pero continúa la caza de los cómplices.

El arzobispo subraya el valor del diálogo en las relaciones humanas, que es “el único modo de resolver las cuestiones”. Pero, su dinámica, necesita de la experiencia de Dios: “Ante todo, el diálogo implica escuchar a Dios y respetar al otro. No se trata de negociación, o simplemente del acercamiento humano en el hacer las cosas”. Luego en Asia, dice, la prueba de que el diálogo es eficaz es la red de “amistad cotidiana entre los fieles de diferentes religiones, que rompen los confines netos de la religión”, los encuentros a  varios niveles institucionales, los coloquios nacionales e internacionales, las colaboraciones en acto para reafirmar, en las prácticas religiosas, el respeto recíproco.

El arzobispo de Vasai concluye con una reflexión sobre el rol actual de la religión: “No se debe subestimar el rol de la religión como contribución para la creación de la paz y la armonía en la sociedad moderna. Este es el motivo por el cual es necesario que las grandes religiones mundiales trabajen juntas para eliminar las causas sociales y culturales del terrorismo”. Ellas pueden desarrollar esta tarea “enseñando el esplendor y la dignidad de la persona, y difundiendo un sentido más claro de la unicidad de la familia humana. El deseo de paz está radicado en modo profundo en la naturaleza humana, y pertenece a todas las diversas religiones”.

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