09/11/2016, 18.09
CAMBOYA
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P. Caccaro: La escuela de Prey Veng. Dios es más grande que nuestras estrategias

de Alberto Caccaro

El misionero del PIME volvió a visitar el instituto que fundó hace años. Ahora administrado por un sacerdote coreano, la escuela se convirtió rápidamente en el punto de referencia de la educación en la provincia. Los estudiantes han logrado excelentes resultados, y el mismo primer ministro Hun Sen lo ha felicitado.
 

Prey Veng (AsiaNews) - La escuela "se está convirtiendo en muy popular, las fotos de los niños premiados por el primer ministro Hun Sen han hecho un recorrido por la red y muchos nuevos estudiantes se quieren inscribir. Cada año, sólo puede recibir 40, pero las exigencias en septiembre pasado. eran cuatro veces mayores". Es lo que escribe para AsiaNews Alberto Caccaro, sacerdote del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) que regresó por unos meses a Camboya, tierra de su misión de 2001 a 2011. En Prey Veng (sureste del país) el p. Caccaro fundó la escuela Chomran Vicié, que en pocos años se ha convertido en el punto de referencia de la educación en la provincia. Publicamos una carta que escribió el misionero unos pocos días después de volver a visitarla.

 

"Tengo palabras muletas, palabras puertas, palabras alas bajo la ropa,

palabras caminos y ríos (...).

Sólo tengo palabras y alas inciertas -. Alas inciertas y palabras". [1]

Hace unos días visité a mi antigua misión en Prey Veng. En particular, la escuela superior fundada en 2008. Conocí a los maestros y en especial a los estudiantes que en agosto pasado han aprobado el examen. Cuatro de ellos han sido promovidos con la máxima puntuación, mientras que más de la mitad de la clase ha obtenido una puntuación sólo unas pocas décimas menor. En resumen, fue un resultado excepcional que premia el compromiso de los alumnos y la dedicación de los profesores; en nuestro encuentro hemos querido celebrar el logro. La escuela se está convirtiendo en muy popular, las fotos de los niños premiados por el primer ministro Hun Sen pasaron por la red y muchos nuevos estudiantes quieren inscribirse. Cada año se puede acomodar sólo a 40 pero las exigencias en septiembre pasado eran cuatro veces más altas. Al comienzo de la aventura era difícil encontrar estudiantes dispuestos a venir a nosotros. Todavía no nos conocían, y temían que la entrada a la escuela fue el preludio de un proselitismo que les obligara a entrar en la Iglesia Católica. Sonrío cuando pienso en estas cosas. Dios es más grande, que no necesita de nuestras estrategias, sino más bien de nuestra dedicación, en conciencia y verdad.


Unos años más tarde, y después de haber pasado el testimonio al padre Joseph Kim, de las Misiones Extranjeras de Corea, me pregunto cuáles fueron los ingredientes de un éxito. Les dije a los chicos que el éxito de una persona nace de la competencia de muchos otros compañeros de viaje: Dios, amigos, profesores, mamá y papá, los autores de libros de texto, y muchos de esos libros donde los personajes hablan. Pero sí sé que los estudiantes están comprometidos, han acordado sufrir con el fin de entender. He tenido la prueba: algunos de ellos se han apretado el cinturón, han renunciado incluso la comida sólo para tener algo para comprar los libros más importantes, para un trabajo más detallado. "A veces,  padre - me dijo uno de nuestros ex alumnos y ahora un estudiante universitario en Phnom Penh - prefiero un plato menos y un libro nuevo". Del mismo modo - Etty Hillesum escribió poco antes de ser deportada - "Estaría dispuesto a tomar un poco menos de comida para obtener esos libros': Etty estaba dispuesto a renunciar a los alimentos sólo para tener espacio en la mochila", y para estar entre las cubiertas de los dos volúmenes del Idiota de Fiódor Dostoievski y  el diccionario de Langenscheidt" [2]. Aunque un poco más tarde iba a morir en la cámara de gas. Debes saber sufrir para comprender.

La escuela está haciendo bien. Haberla entregado, hace más de cinco años parece un paso atrás, pero no hay ninguna duda que contribuyó a su crecimiento. La bondad de una experiencia se mide en el tiempo y, si sobrevive a nosotros en contenido y finanzas, entonces puede decirse que es positivo. Por supuesto, siempre se requiere una atención continua, al igual que un hijo del hombre, pero el hecho de que es pequeña hace que sea manejable. "Lo pequeño es hermoso" fue el lema de esos años. La escuela ha tenido que ser pequeña para asegurar su calidad. Y en retrospectiva, fue construido con el tamaño correcto. Una segunda razón es que ahora el decano la siente como propia. El otro día tuve la confirmación cuando hable con los profesores. Este sentido de pertenencia común entre ellos y la escuela, dio y da a la escuela un padre. O alguien que lucha por el destino de los estudiantes, y que era su propio destino y los hace sus propios hijos. Esta co-pertenencia que es comunión imprime a la obra una calidad totalmente espiritual. Al final de la reunión, me han preguntado si yo estaba pensando en alguna otra fundación similar. Dije que acababa de volver a Camboya y necesito tiempo, aunque, de hecho, ¡estoy pensando! Es.

 

Otro ingrediente importante, claro desde el principio, era dar dignidad a cada asignatura. No sólo para las científicas, consideradas las más importantes para la mayor parte en el cálculo del resultado final, sino también las humanidades. ¡Palabras, y no sólo números! "Tanto que si uno sabe 2.000 palabras y otro sólo conoce 200, será oprimido por el primero. Es la palabra lo que nos hace iguales", dice Don Lorenzo Milani. Por lo tanto, es importante, ya que, la ciencia no es suficiente, no dice toda la verdad. Incluso en la escuela italiana una concesión excesiva a la ciencia y la tecnología nos ha empobrecido, lo que reduce las experiencias y pensamientos a simples procesos cerebrales, "donde las únicas relaciones posibles son físico-químicas, ya que son lo único que se puede calcular con exactitud".[3] Entonces nuestra época se ha definido una era de pasiones tristes, que el uso de drogas psiquiátricas se ha convertido en un abuso, y pasar más tiempo para apretar nuestro teléfono inteligente que para apretar las manos reales, parecen fenómenos atribuidos a otra cosa. De hecho nos falta palabras, " Tengo palabras muletas, palabras puertas, palabras alas bajo la ropa, palabras carreteras y ríos", carecemos de la percepción simbólica de la realidad y por lo tanto elude toda su profundidad. Eso viene de las letras, de las palabras y de las ciencias, juntas. Al igual que en Good Will Hunting cuando las palabras del profesor Sean Maguire, protagonizada por Robin Williams eliminan del protagonista Will (Matt Damon) la culpa de existir.

Etty habría querido traer consigo también otro texto esta vez escrito por Rainer Maria Rilke. Sin embargo, al no estar seguros de nada, no se molestan en leer todo antes de ser deportados. Por lo tanto, incluso sin espacio en su mochila, una vez leído lo llevaría consigo, dentro de sí, en aquella “inmensidad infinita, y la fe en Dios, y la capacidad de vivir interiormente" [4] que la violencia de los hombres nunca pueden matar. Ese libro recoge las cartas del escritor y poeta austríaco. En particular, en una de ellas, Rilke compara el trabajo espiritual a una especie de "jardín interior", una temporada tras otra: "Mi íntimo jardín es un magnífico jardín este invierno. La conciencia repentinamente sanada de mi país profundamente agitada me produjo una gran estación del espíritu y una larga pero más conocida resistencia irradia del corazón". [5]

Al escuchar a los niños recién madurado orgullosos y felices, listos para continuar, sentí que la escuela era su madre porque les ha creado una profunda conciencia de sí mismos, y les introdujo en "una gran estación del espíritu" Con esos resultados pueden ahora tener el derecho a hablar en cualquier lugar y pueden ayudar a otros a tener el mismo derecho. Sí, con toda probabilidad, vamos a construir otra escuela. No sé dónde, cómo o cuándo. Yo sé una cosa, sin embargo, que "la escuela es sagrada para mí como un octavo sacramento. A partir de ella, espero (...) la clave, no la conversión, ya este es el secreto de Dios, pero sin duda la evangelización de este pueblo. [6] ¡Así sea!

 

 


[1] M. GUALTIERI, Fuoco centrale e altre poesie per il teatro, Torino 2003, 34.

[2] E. HILLESUM, Diario. 1941-1943, Milano 1996, 175.

[3] U. GALIMBERTI, Il corpo, Milano 2010, 79.

[4] E. HILLESUM, op. cit., 167.

[5] R. M. RILKE, Lettere a un giovane poeta, Milano 1997, 100-101.

[6] L. MILANI, Esperienze pastorali, Firenze 1957, 203.

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