30/04/2015, 00.00
VATICANO
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Papa: difundir la cultura de la justicia y de la paz, también mediante “el servicio” de la política

A la Comunidad de vida cristiana (CVX) y a la Liga misionera de estudiantes, Francisco les indica 3 “líneas”: dedicarse al bien común, la pastoral familiar, también a la acogida de los así llamados “lejanos” y la misión, también con las fraternidades con sirios y libaneses “pueblos martirizados por terribles guerras”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La difusión de la cultura de la justicia y de la paz, también mediante “el servicio” de la política, la pastoral familiar, también con la acogida de los así llamados “lejanos” y la misión, también con las fraternidades con sirios y libaneses, “pueblos martirizados por terribles guerras”, son las “líneas” de compromiso que el Papa indica a la Comunidad de vida cristiana (CVX) y a la Liga misionera estudiantes, recibidos esta mañana en ocasión de la apertura del Convenio nacional italiano de los grupos de espiritualidad ignaciana, en programa en Frascati desde hoy hasta el 3 de mayo, sobre el tema: “Más allá de los muros”.

Francisco dijo que conocía bien a las dos asociaciones, de las cuales ha recordado de haber sido asistente nacional en Argentina. “Vuestras raíces-agregó- se fundan el las Congregaciones marianas, que resalen a la primera generación de los compañeros de S. Ignacio de Loyola. Se trata de un largo recorrido en el cual la Asociación se distinguió en todo el mundo por la intensa vida espiritual y el celo apostólico de sus miembros y anticipando, por ciertos aspectos, los dictámenes del Concilio Vaticano II en lo referente al rol y al servicio de los fieles laicos en la Iglesia.

“Hoy-prosiguió- quisiera ofrecerles algunas líneas para vuestro futuro camino espiritual y comunitario. La primera: el compromiso para difundir la cultura de la justicia y de la paz. Frente a la cultura de la ilegalidad, de la corrupción y del enfrentamiento, ustedes están llamados a dedicarse al bien común, también mediante aquel servicio a la gente que se identifica en la política. Esa, como lo afirmaba el beato Pablo VI, “es la forma más alta y exigente de la caridad”. Si los cristianos se desempeñaran del compromiso directo en la política, sería traicionar la misión de los fieles laicos, llamados a ser sal y luz en el mundo también a través de esta modalidad de presencia”.

“Como segunda prioridad apostólica les indico la pastoral familiar, en el surco de las profundizaciones del último Sínodo de los Obispos. Los aliento a ayudar a las comunidades diocesanas en la atención por la familia, célula vital de la sociedad y en el acompañar hacia el matrimonio a los novios. Al mismo tiempo, pueden colaborar en la acogida de los así llamados “lejanos”: entre estos están los no pocos separados, que sufren por el fracaso de sus proyectos de vida conyugal, como también otras situaciones de malestar familiar, que pueden hacer fatigoso también el camino de fe y de vida en la Iglesia”.

La tercera línea que les sugiero es la misión. Supe con placer que han iniciado un camino común con la Liga Misionera Estudiantes, que los proyectó hacia las rutas del mundo, en el encuentro con los más pobres y con las comunidades que más necesitan operadores pastorales. Los aliento a mantener esta capacidad de salir e ir hacia las fronteras de la humanidad más necesitada. Hoy han invitado a delegaciones de miembros de sus comunidades presentes en los países de vuestras fraternidades, especialmente en Siria y Líbano: pueblos martirizados por terribles guerras; a ellos renuevo mi afecto y mi solidaridad. Estas poblaciones están experimentando la hora de la cruz, por lo tanto hagamos sentir a ellos el amor, la cercanía y el apoyo de toda la Iglesia. El ligamen solidarios con ellas, confirme la vocación de ustedes a tejer por todos lados puentes de paz”.

“El estilo vuestro de fraternidad, que se está comprometiendo también en proyectos de acogida de los migrantes en Sicilia, los haga generosos en la educación de los jóvenes, ya sea al interior de la vocación de ustedes, ya sea en el ámbito de las escuelas. San Ignacio entendió que para renovar la sociedad necesitaba partir de los jóvenes y estimuló a la apertura de los colegios. Y en ellos nacieron las primeras Congregaciones Marianas. En el curso luminoso y fecundo de este estilo apostólico, también ustedes pueden ser activos en la animación de las varias instituciones educativas, católicas y estatales, presentes en Italia, así como ya sucede en tantas partes del mundo. En la base de esta acción pastoral de ustedes esté siempre presente la alegría del testimonio evangélico, unida a la delicadeza del acercamiento y al respeto del otro. La Virgen María, que con su “Sí”, inspiró a los fundadores de ustedes, les conceda el poder responder sin reservas a la vocación de ser “luz y sal” en los ambientes en los cuales viven y obran”.

 

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