12/03/2021, 15.39
VATICANO
Enviar a un amigo

Papa: el confesor debe ser hermano, padre, y consolar

En su discurso, al dirigirse a los participantes en el 31º curso sobre el Foro Interno, organizado por la Penitenciaría Apostólica, Francisco dijo que "confesarse no es ir a la tintorería para que te quiten una mancha." "La primera expresión que explica este sacramento, este misterio es: 'abandonarse al Amor'; la segunda: 'dejarse transformar por el Amor'; y la tercera: 'corresponder al Amor'. Pero siempre, el Amor".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) –  Que el confesor sea "misericordioso", lo cual "no significa ser excesivamente amplio, sino ser hermano, padre, y dar consuelo"; ser portador de ese "rayo de amor acogedor" que se encuentra en el confesionario y que transforma el "corazón de piedra en un corazón de carne". Estas son las sugerencias del Papa Francisco a los participantes en el 31º curso sobre el Foro Interno, organizado por la Penitenciaría Apostólica en modalidad online, que se desarrolla desde el 8 de marzo, y en el que han participado 870 clérigos, que fueron recibidos hoy en el Aula Pablo VI.

En su discurso, Francisco destacó "tres expresiones, que explican bien el significado del Sacramento de la Reconciliación; porque confesarse no es ir a la tintorería a quitarse una mancha. No, es otra cosa. Pensemos bien lo que es. La primera expresión que explica este sacramento, este misterio, es: "abandónate al Amor"; la segunda: "dejarse transformar por el Amor"; y la tercera: "corresponder al Amor". Pero siempre, está el Amor: si no hay Amor en el sacramento, no es como lo quiere Jesús. Si existe una funcionalidad, no es como lo quiere Jesús. El amor. Es el Amor del hermano pecador perdonado, hacia el hermano y la  hermana que pecan, a los pecadores perdonados. Esta es la relación fundamental".

"La fe -prosiguió- es el encuentro con la Misericordia, con Dios mismo que es Misericordia, -el nombre de Dios es Misericordia- y es el abandono en los brazos de este Amor, misterioso y generoso, que tanto necesitamos, pero al que, a veces, tenemos miedo de abandonarnos. Y "la experiencia enseña que quien no se abandona al amor de Dios acaba, tarde o temprano, abandonado en otra cosa, termina 'en brazos’ de la mentalidad mundana, que al final trae amargura, tristeza y soledad, y no cura. Así que el primer paso para una buena Confesión es precisamente el acto de fe, de abandono, con el que el penitente se acerca a la Misericordia."

"Si bien es cierto que jamás podremos corresponder plenamente al Amor divino, a causa de la diferencia incolmable entre el Creador y las criaturas, es igualmente cierto que Dios nos muestra un amor posible, en el que vivir esta correspondencia imposible: el amor al hermano. El amor al hermano es el lugar de la correspondencia real al amor de Dios: amando a los hermanos nos demostramos a nosotros mismos y mostramos al mundo y a Dios que lo amamos a Él de verdad y respondemos - siempre de un modo inadecuado - a su misericordia. El buen confesor siempre señala, junto con el primado del amor de Dios, el indispensable amor al prójimo, como ejercicio cotidiano para entrenarse en el amor a Dios. El propósito de no volver a pecar es el signo de la voluntad de corresponder al Amor”.

La celebración frecuente del Sacramento de la Reconciliación, añadió Francisco, "se convierte, tanto para el penitente como para el confesor, en un camino de santificación, en una escuela de fe, de abandono, de cambio y de correspondencia al Amor misericordioso del Padre".

"Recordemos siempre que cada uno de nosotros es un pecador perdonado -si uno de nosotros no se siente así, es mejor que no se confiese, es mejor que no sea confesor-, un pecador perdonado, que está al servicio de los demás, para que también ellos, a través del encuentro sacramental, se encuentren con ese Amor que ha fascinado y cambiado nuestras vidas." 

De la conciencia de ser un pecador perdonado, que debe tener el confesor, surge la "acogida en paz, la acogida con paternidad". Todo el mundo sabrá cómo es la expresión de la paternidad: una sonrisa, los ojos en paz... Acoger, brindar tranquilidad, y luego, dejar que el otro hable. A veces, el confesor se da cuenta de que hay cierta dificultad para hablar en más detalle de un pecado; pero si lo entiende, que no haga preguntas indiscretas. Aprendí una cosa del cardenal Piacenza: me dijo que cuando ve que estas personas tienen dificultades y está claro de qué se trata, las detiene inmediatamente y les dice: 'Lo entiendo'. Sigamos’. En esto, no hay que provocar más dolor, más "tortura". Y luego, por favor, no hacer preguntas".

En el saludo final, Francisco se disculpó porque permaneció sentado "pero -explicó- después del viaje, (el cansancio) en las piernas se siente".

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Papa: el confesor que se siente pecador es un hombre de perdón, de reconciliación
09/02/2016 11:54
​Obispo de Bangalore: En Navidad compartamos la alegría de Dios con aquellos que nos hacen el mal
23/12/2015
Ángelus: no olvidemos al pueblo ucraniano, afligido por la guerra
26/06/2022 13:24
Papa en Marruecos: progreso es también dejarse conmover por quien llama a la puerta
30/03/2019 21:43
Papa: en Europa “signos de rechazo” hacia los emigrantes, incluso entre los católicos
22/09/2017 16:38


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”