Papa: la Pasión puede inspirar esperanza y valentía a los jóvenes de hoy

Francisco, recibiendo a los Pasionistas, dijo que “la fuerza y la simplicidad de vuestro mensaje, que es el amor de Dios revelado sobre la Cruz pueden todavía hablar a la actual sociedad que aprendió a no confiar más en las palabras y a dejarse convencer solamente por los hechos”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Obrar “un discernimiento sobre la metodología pastoral en el acercamiento a las jóvenes generaciones, además que “al mundo de hoy, marcado por antiguas y nuevas llagas”. Es la recomendación dirigida por el papa Francisco a los Pasionistas, recibidos hoy en el Vaticano, en ocasión del capítulo general de la Congregación, fundada en 1720 por San Pablo de la Cruz y hoy presente en 61 países.

“La fuerza y la sencillez de su mensaje, que es el amor de Dios revelado en la Cruz, puede todavía hablar a la sociedad de hoy que ha aprendido a no confiar sólo en las palabras y a dejarse convencer sólo por las obras. Para muchos jóvenes que buscan a Dios – precisó el Papa – la Pasión de Jesús puede ser una fuente de esperanza y de valor, enseñándoles que todos son amados personalmente y hasta el final. Que vuestro testimonio y vuestro apostolado continúen enriqueciendo a la Iglesia, y que permanezcan siempre cerca de Cristo crucificado y de su pueblo sufriente”.

Partiendo justamente de la especificidad de su carisma, el papa los ha alentado a ser “ministros de curación espiritual y de reconciliación”, “tan necesaria en el mundo de hoy, marcado por antiguas y nuevas llagas”, “prefiriendo a los más pobres en los lugares más abandonados”. Un cercanía expresada tradicionalmente a través de las misiones populares, la dirección espiritual y el sacramento de la penitencia: “La Iglesia necesita de ministros que hablen con ternura, escuchen sin condenar y acojan con misericordia.

“La Iglesia hoy siente fuertemente la llamada a salir de sí misma e ir a las periferias, tanto geográficas como existenciales. Su compromiso de abrazar las nuevas fronteras de misión implica no sólo entrar en nuevos territorios para llevarles el Evangelio, sino también afrontar los nuevos desafíos de nuestro tiempo, como la migración, el secularismo y el mundo digital”. Concretamente, concluyó, esto significa “estar presente en aquellas situaciones en las que la gente percibe la ausencia de Dios, y tratar de estar cerca de aquellos que, de cualquier manera o forma, están sufriendo”.