29/01/2018, 15.28
VATICANO
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Papa: la conciencia es central en las causas sobre validez matrimonial

Al inaugurarse el año judicial de la Rota romana, Francisco recomienda impedir que “la conciencia de los fieles que atraviesan dificultades en su matrimonio se cierre a un camino de gracia”. La necesidad de un “catecumenado permanente”, orientado a revitalizar la conciencia cristiana en la perspectiva del matrimonio, para superar asimismo la huida de las responsabilidades, que es tan frecuente en las jóvenes generaciones de hoy”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Aquellos que son llamados a juzgar la validez de un matrimonio, deben impedir que “la conciencia de los fieles que atraviesan dificultades en su matrimonio se cierre a un camino de gracia”, y por lo tanto, actuar “con toda conciencia” para ofrecer “la paz de las conciencias”. El Papa habló de ello hoy, en la audiencia con prelados auditores, oficiales, abogados y colaboradores del Tribunal de la Rota Romana, al recibirlos en ocasión de la solemne inauguración del Año Judicial.

En dicha ocasión, Francisco volvió a indicar la necesidad de un “catecumenado permanente”  orientado a revitalizar la conciencia cristiana en la perspectiva del matrimonio, para superar asimismo esa huida de las responsabilidades que es tan frecuente en las jóvenes generaciones de hoy.

En su discurso, el Papa quiso subrayar, en particular, la “centralidad de la conciencia”, que fue definida como un “aspecto fundamental” del servicio judicial. En efecto, “la actividad de ustedes”, dijo, también se expresa “como ministerio de la paz de las conciencias, y reclama ser ejercida con toda conciencia”. “En relación a la declaración de nulidad o validez del vínculo matrimonial, ustedes se presentan en cierto sentido como expertos en la conciencia de fieles cristianos.”.

“La conciencia asume un rol decisivo en las decisiones importantes que los novios deben afrontar para acoger y construir la unión conyugal, y por lo tanto la familia, según el designio de Dios”. Por eso, la Iglesia “ha reconocido la necesidad de invitar a cuantos se dedican a la pastoral matrimonial y familiar a una renovada conciencia en la ayuda que se brinda a los novios para construir y custodiar el santuario íntimo de su conciencia cristiana”. Y, agregó el Papa, “en la exhortación apostólica  Amoris laetitia, se indican caminos pastorales para ayudar a los novios a entrar sin miedo en el discernimiento y en la elección consecuente del futuro estado de vida conyugal y familiar”.

Los sínodos y Amoris laetitia, “han tenido un recorrido y un objetivo obligados: cómo salvar a los jóvenes del bullicio y del ruido ensordecedor de lo efímero, que los lleva a renunciar a asumir compromisos estables y positivos por el bien individual y colectivo. Un condicionamiento que silencia la voz de su libertad, de aquella celda íntima – justamente, la conciencia- que únicamente Dios ilumina y abre a la vida, si se le permite entrar”.

“¡Cuán preciosa y urgente es la acción pastoral de toda la Iglesia para la recuperación, salvaguarda y custodia de una conciencia cristiana, iluminada por los valores evangélicos! Será un empresa larga y nada fácil, que requiere que obispos y presbíteros trabajen incansablemente para iluminar, defender, y sostener la conciencia cristiana de nuestra gente”. A tal fin, “acogiendo el deseo de los Padres sinodales, ya he tenido ocasión de recomendar el compromiso en un catecumenado matrimonial, entendido como itinerario indispensable para jóvenes y parejas, destinado a hacer revivir su conciencia cristiana, sostenida por la gracia de dos sacramentos, bautismo y matrimonio”.  “Ocuparse de las conciencias” es un compromiso que “no puede ser tarea exclusiva de los pastores, sino que, con responsabilidades y modalidades diversas, es una misión de todos, ministros y fieles bautizados”.    

“La fe es luz que ilumina no sólo el presente, sino también el futuro: matrimonio y familia son el futuro de la Iglesia y de la sociedad. Por lo tanto, es necesario favorecer un estado de catecumenado permanente, a fin de que la conciencia de los bautizados se abra a la luz del Espíritu. La intención sacramental jamás es fruto de un automatismo, sino siempre de una conciencia iluminada por la fe, como el resultado de una combinación entre lo humano y lo divino. En este sentido, sólo puede decirse que la unión de los esponsales es verdadera, si la intención humana de los esposos está orientada a lo que quieren Cristo y la Iglesia. Para hacer que los futuros esposos sean cada vez más conscientes de ello, también se requiere el aporte, más allá del de obispos y sacerdotes, de otras personas dedicadas a la pastoral, religiosos y fieles laicos corresponsables en la misión de la Iglesia”.

Luego, el Papa recomendó a los jueces “evitar que el ejercicio de la justicia se reduzca a un mero cumplimiento burocrático”. “Debemos impedir que la conciencia de los fieles que atraviesan dificultades en su matrimonio se cierre a un camino de Gracia. Este objetivo se alcanza con un acompañamiento pastoral, con el discernimiento de las conciencias  (cfr Exhort. ap. Amoris laetitia, 242) y con la obra de nuestros tribunales. Dicha obra debe desarrollarse en la sabiduría y en la búsqueda de la verdad: solamente de esta manera, la declaración de nulidad produce una liberación de las conciencias”.      

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