21/07/2014, 00.00
IRAK
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Patriarca de Bagdad. Los cristianos son parte de Irak, esta tempestad pasará

de Mar Louis Raphael I Sako
En una carta abierta dirigida "a todos los hombres de buena voluntad y a aquellos que se preocupan por la nación iraquí", Mar Sako recuerda a los hermanos musulmanes que las acciones del supuesto Estado islámico son contrarias al Corán y dañan la gran historia común de compromiso de todos los iraquíes por la nación. "Hemos compartido recuerdos buenos y recuerdos malos, mezclando nuestra sangre por nuestra tierra". A los cristianos los invito a "considerar bien la situación, reunirse y continuar rezando hasta que la crisis no termine"

Bagdad (AsiaNews)- Los yihadistas del Estado islámico del Levante y del Irak "cometen atrocidades en nombre de la religión, pero van contra los mismos dictámenes del Corán. Los iraquíes de todas las religiones y de todas las etnias se deben comprometer para que la gran heredad común de este País no vaya a ser despedazada". Es lo que escribe el Patriarca caldeo de Bagdad, Mar Louis Raphael Sako I, en una carta abierta dirigida "a todos aquellos que aman a la unidad nacional de Irak" y enviada a AsiaNews. A continuación el texto completo del mensaje.

A las personas de buena conciencia y buena voluntad, en Irak y en el mundo,

A todos los moderados, nuestros hermanos y hermanas musulmanas en Irak y en el mundo,

A todos aquellos que se preocupan para que Irak sea una nación para todos sus ciudadanos

A todos los líderes, los intelectuales y activistas por los derechos humanos,

A todos los defensores de la persona humana y de la libertad religiosa

Les llegue la paz y la compasión de Dios

La toma de la ciudad de Mosul por parte de los jihadistas islámicos y su proclamación como Estado islámico, sucedida después de días de moderación y espera, hizo precipitar la situación para los cristianos en esa ciudad y en las zonas circunstantes. Las primeras señales de esta inversión fueron los raptos de dos monjas y tres huérfanas, liberadas después de 17 días. En un primer momento nos sentimos aliviados por lo que estaba sucediendo, y hemos considerado la liberación como una fuente de esperanza y un inicio de soluciones. Pero no quedamos más sorprendidos por los últimos acontecimientos: el Estado islámico emitió un comunicado para imponer abiertamente a los cristianos que se convirtieran, o a pagar la jizya [impuesto  por los musulmanes a los infieles o sea a los no musulmanes. ndt] sin especificar el precio, o de lo contrario abandonar la ciudad y sus propias casas llevando sólo lo que tienen puesto, sin poder llevarse nada de sus propiedades. Al final han emitido una fatwa (ley) para declarar que las casas de los cristianos son propiedad del Estado islámico.

Han marcado con la letra "N" las casas de los cristianos, porque serían ¡"nazarenos"! Y han marcado con la letra "R" las casas de los chiíes, que serían traidores ["rejectors en inglés, ndt]. Nadie sabe que traerán los próximos días, siendo que las leyes de este Estado islámico se basan en aquella que ellos dicen sería la sharía, incluida la redefinición de la identidad sobre la base de la religión y de la pertenencia sectaria.

Estos pedidos ofenden a los musulmanes y a la reputación del islam, que sostiene la libertad de cada uno de tener la religión que prefiere y que prohíbe la constricción en los asuntos de la fe, y están en contradicción con los 1.400 años de historia y de vida del mundo islámico. Ofende la coexistencia con diversas religiones y diversos pueblos, de oriente y de occidente, vivida en respeto recíproco del credo religioso o en fraternidad. Los cristianos- desde el nacimiento del islam y en particular en nuestro Oriente- han compartido con los musulmanes recuerdos felices y amargos, han mezclado la sangre para la defensa de los propios derechos y de las propias tierras, han construido juntos ciudades, civilización y heredad común.

Es una vergüenza que ahora los cristianos sean echados, expulsados y limitados en sus propias vidas. Es obvio que este fenómeno tendrá consecuencias desastrosas en el contexto mismo de coexistencia entre la mayoría y las minorías, y hasta entre los mismos musulmanes, en breve y largo período Irak está en el borde de un desastre humanitario, cultural e histórico.

Es por esto que nosotros nos dirigimos con calor fraterno, en modo serio y con un sentido de urgencia, a nuestros compañeros iraquíes para que apoyen a esta gente. Deben reconsiderar su propia estrategia y respetar a los inocentes desarmados, de cualquier etnia, religión o secta. El Corán impone el respeto por los inocentes y no exige el secuestro forzado de las propiedades de las personas. Por el contrario predica la ayuda a las viudas, a los huérfanos, a los débiles y a aquellos que están indefensos. Dice también de ayudar a todos los vecinos.

Pedimos también a los cristianos de la región a adoptar racionalidad y perspicacia, calculando bien las propias opciones y tratando de comprender qué está previsto para su región, yendo adelante con amor y solidaridad para construir una verdadera confianza en ellos mismos y en los vecinos. Reúnanse cerca de vuestras iglesias, sean pacientes, soporten y recen hasta que la tempestad no haya pasado.

+Louis Raphael I Sako- Patriarca de la Iglesia católica caldea.

 

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