22/07/2021, 12.45
MYANMAR
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Rangún: Alarma por Covid-19, muere el obispo de Pathein

El obispo John Hsane Hgyi falleció de coronavirus. Ayer se registraron más de 6.000 casos nuevos, pero los médicos dicen que son muchos más. Las diócesis han sido transformadas en hospitales. La junta anunció la liberación de algunos detenidos para contener la propagación del coronavirus en las cárceles superpobladas: los activistas dicen que esto es una excusa para encarcelar a otros opositores políticos.

Rangún (AsiaNews/Agencias) - Hoy falleció de Covid-19 Monseñor John Hsane Hgyi, obispo de Pathein, en el sur de Myanmar (ex Birmania). Así lo informó el padre Florence Aung Kyaw Oo, canciller de la diócesis, en un mensaje enviado a Radio Veritas Asia, en el que expresaba sus condolencias: "Todos estamos tristes y conmocionados por la noticia del regreso de nuestro obispo a la casa eterna del Padre”.

El prelado, de 68 años, sufría de diabetes y contrajo el coronavirus a principios de esta semana. Fue nombrado obispo de Pathein en 2003. Ayer se registraron más de 6.000 nuevos casos, según las cifras oficiales de la junta militar, pero los médicos birmanos afirman que las cifras del gobierno son inferiores a los datos reales.

El alcance de la pandemia es difícil de estimar porque sólo se realizan entre 12.000 y 15.000 hisopados por día, según los expertos en el área de Salud. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDCP) de Estados Unidos han incluido recientemente a Myanmar en la lista de países con mayor índice de riesgo de propagación del virus.

Para contener el aumento de los contagios, se han prohibido los viajes de una localidad a otra. Ayer, la Junta Militar anunció que algunos de los presos encarcelados antes de febrero serían puestos en libertad para evitar la propagación del virus en las cárceles superpobladas. Según los activistas de la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, podría tratarse de una estratagema para atacar a quienes se oponen al Tatmadaw: "Me lleva a pensar que están liberando espacio en las cárceles para poder detener a más opositores políticos", dijo un funcionario de la ONG a Myanmar Now.

Mientras tanto, los hospitales católicos se están equipando para recibir a los pacientes que no encuentran camas en los centros de salud públicos. Los hospitales públicos rechazan a los pacientes cuyo estado es menos grave y la mayoría de la población se ve obligada a tratarse en casa y obtener medicamentos y oxígeno de forma independiente. En la diócesis de Loikaw, en el estado de Kayah, una pequeña clínica gestionada por Cáritas dentro del complejo de la catedral fue transformada en un hospital de campaña. "Cirujanos, médicos, enfermeras, personal sanitario, voluntarios y religiosos están ofreciendo ayuda gratuita a los enfermos", dijo el padre Celso Ba Shwe, administrador apostólico de la diócesis.

Tras el golpe militar del primero de febrero, varios médicos se unieron al movimiento de desobediencia civil, negándose a trabajar en los hospitales controlados por el ejército. Un médico, que habló con Radio Free Asia bajo condición de anonimato, dijo que la situación no hará más que empeorar porque el sistema de salud está colapsado: "Muy pocos trabajadores de la salud seguirán disponibles para trabajar. Si no se toman medidas pronto, tendremos que afrontar una situación muy preocupante”.

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