Siria: la ONU apunta a una nueva Constitución. EEUU y Rusia refuerzan los contactos

Para el enviado especial de las Naciones Unidas, Damasco y los grupos de oposición están dispuestos a entablar coloquios orientados a la escritura de la nueva Carta. Y confirma una “caída significativa” de la violencia en algunas áreas. En junio será el séptimo round de encuentros, en Ginebra. Washington y Moscú estudian “áreas de no-conflicto” para prevenir el enfrentamiento entre los dos ejércitos.

Damasco (AsiaNews) – Las cúpulas militares de Rusia y de los Estados Unidos intensifican sus contactos para prevenir el enfrentamiento entre los ejércitos de las dos potencias involucradas en el territorio sirio, mientras la diplomacia de la ONU se dedica a hallar una solución pacífica al conflicto. De hecho, por primera vez, todas las partes implicadas en los coloquios mediados por las Naciones Unidas en Ginebra tienen intenciones de discutir la posible redacción de una nueva Constitución.

Además, al intervenir en el Consejo de seguridad de la ONU, el enviado especial para Siria, Staffan de Mistura, anunció un séptimo round de coloquios “políticos” entre Damasco y los miembros del Alto comité para las negociaciones (HNC), el frente de los grupos de oposición sostenido por los sauditas. La próxima cita será en el mes de junio, si bien hasta el momento no se ha fijado una fecha exacta. Para el alto diplomático, hay “buenas noticias” provenientes del frente militar: en el último período, se ha registrado una “caída significativa” en la violencia, e incluso en los bombardeos aéreos en distintas zonas. Un suceso, explica de Mistura, que también es fruto de los acuerdos surgidos en los encuentros de Astaná patrocinados por Moscú, Teherán y Ankara, y que han llevado a la creación de áreas de “de-escalation” [freno a la escalada de violencia, ndt] del conflicto. Sin embargo, aún quedan sacos irresueltos de violencia, que se concentran en torno a tres grandes centros: Hama, Homs y parte de la capital, Damasco, que todavía hoy sigue siendo teatro de bombardeos y de enfrentamientos violentos entre las facciones en lucha. “Nuestro objetivo –afirmó de Mistura- no es solamente la de-escalation, sino también la implementación de un cese del fuego a escala nacional” sin que una de las partes en lucha “saque ventaja” de situaciones “ambiguas”.

El objetivo del representante especial de la ONU también es asegurar que no haya un “vacío de poder” a nivel “constitucional, jurídico e institucional” en el contexto del proceso de transición política. Las Naciones Unidas no tienen en mente redactar una nueva Constitución, precisa el diplomático, porque ésta es una tarea que compete “al pueblo sirio”, pero “estamos sentando las bases” para que esto “pueda ocurrir” en un futuro próximo. La esperanza –concluye- es que se llegue, lo antes posible, a negociaciones directas entre el gobierno y la oposición”.

Mientras tanto, en el campo de batalla se refuerza el intercambio de información e inteligencia entre Washington y Moscú. El general de los EEUU Jeffrey Harrigian, responsable de las operaciones aéreas en Oriente Medio, confirma el aumento de interacciones “a causa de la progresiva restricción del espacio aéreo en el cual se despliegan operaciones”. En las últimas semanas, las fuerzas del gobierno sirio y su aliado ruso han desplazado su campo de acción hacia las zonas orientales del país, aproximándose cada vez más al área en la cual opera la coalición internacional de guía estadounidense que combate contra el Estado islámico (EI).

Para prevenir el peligro –muy concreto- de que haya incidentes entre las partes, se ha decidido reforzar las comunicaciones y el intercambio de información. Según fuentes del Pentágono, las relaciones ya habrían alcanzado el nivel de oficiales de alto rango, llegando incluso a involucrar a las dos capitales (Moscú y Washington) y a los respectivos cuarteles generales en la región. Estos intercambios ya habían conducido a la formación de “áreas de no-conflicto” [que no deben ser confundidas con las “zonas de seguridad” de Astaná] en las cuales está prevista la intervención exclusiva de una sola de las dos partes implicadas en el conflicto.