09/10/2014, 00.00
VATICANO
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Sínodo: hacer sentir a quienes viven situaciones maritales difíciles que "son parte de la Iglesia"

"La Iglesia no es una aduana, sino una casa de familia y entonces debe ofrecer un acompañamiento paciente a todas las personas, incluso a aquellos que se encuentran en situaciones pastorales difíciles". "Hay muchos que tienen dificultades para comprender la distinción entre los métodos naturales de regulación de la fecundidad y la anticoncepción".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Mejorar el conocimiento de la visión antropológica de la Iglesia, abierta a la vida y hacer sentir a quienes viven situaciones maritales difíciles que "son parte de la Iglesia", fueron los temas centrales de la Séptima Congregación General del Sínodo extraordinario sobre la familia, celebrado esta mañana en el Vaticano, con la presencia también del Papa Francisco.

En las intervenciones de la tarde de ayer y de hoy, de las cuales da noticia una nota de la oficina de prensa del Vaticano, se ha continuado también hablando de las situaciones matrimoniales difíciles, reafirmando "la indisolubilidad del matrimonio, sin compromisos, basado en el hecho de que el vínculo sacramental es una realidad objetiva, obra de Cristo en la Iglesia". Este valor debe ser defendido y tratado con una catequesis adecuada antes del matrimonio, para que la pareja esté plenamente consciente del carácter sacramental de la unión y de la naturaleza de su vocación. Es oportuno, además, un acompañamiento pastoral para parejas después de la boda.

Al mismo tiempo, ya que "la Iglesia no es una aduana, sino una casa de familia y la cual debe ofrecer un acompañamiento paciente para todas las personas, incluso a aquellos que se encuentran en situaciones pastorales difíciles". En concreto, tenemos que mirar a los casos individuales, las situaciones reales "también de gran sufrimiento, distinguiendo, por ejemplo, entre las personas que han abandonado a su cónyuge y las que han sido abandonado. El problema existe  y la Iglesia no lo descuida. La pastoral no debe ser exclusiva del 'todo o nada', sino misericordiosa, porque el misterio de la Iglesia es un misterio de consuelo. Sin embargo, se recuerda que para los divorciados vueltos a casar el hecho de no poder recibir la Eucaristía no significa que no sean  miembros de la Iglesia, de hecho, se les invita a reconsiderar que hay varias responsabilidades que puedan ejercer. Además, también se ha subrayado la necesidad de simplificar y agilizar los procedimientos de declaración de nulidad del matrimonio".

"Sobre el concubinato en algunas regiones se ha comprobado que a menudo se debe a razones económicas y sociales, y no a una especie de rechazo a las enseñanzas de la Iglesia. A menudo, también, estas y otras situaciones de las uniones de hecho son experimentadas conservando el deseo de la vida cristiana, y por lo tanto requiere una adecuada atención pastoral. Así mismo, reiterando la imposibilidad de reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, sin embargo, se subraya la necesidad de un enfoque respetuoso y no discriminatorio de los homosexuales".

De la apertura a la vida, a la cual se dedicó  la segunda parte de la reunión de esta mañana, ha hablado el cardenal André Vingt-Trois de París, en la homilía de la Misa, con el argumento de que el conocimiento y la aceptación del Magisterio de la Iglesia sobre la apertura a la vida son esenciales. "De hecho - continuó - hay muchas personas a quienes les resulta difícil comprender la distinción entre los métodos naturales de regulación de la fecundidad y la anticoncepción. La principal causa de esta aceptación difícil está en la diferencia entre la antropología cristiana y la de la mentalidad dominante. Por esta razón, desde el punto de vista pastoral, es importante saber más acerca de la consistencia de la visión antropológica de la Iglesia y con ella un nuevo lenguaje y en colaboración con el mundo académico".

En las intervenciones de los Padres sinodales se ha reiterado que "el don de la vida (así como la virtud de la castidad) son valores fundamentales del matrimonio cristiano" y se ha subrayado la gravedad d un crimen como el aborto. "Al mismo tiempo, se han puesto de relieve las muchas tragedias que muchas familias viven, por ejemplo, en ciertos contextos de Asia, donde hay casos de infanticidio, de violencia contra las mujeres, la trata de seres humanos. Ha sido, por lo tanto, subrayada la necesidad de dar enfatizar el concepto de la justicia entre las virtudes fundadoras de la familia".

Se ha entonces afrontado la cuestión de la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos en la fe y las lecciones que esta ofrece, "tal responsabilidad es de suma importancia y es importante que se tenga la debida atención. Entre otras cosas, se ha observado que la atención pastoral de los niños puede crear un punto de contacto con las familias que se encuentran en situaciones difíciles. Hablando de los  niños, se hizo hincapié en los efectos negativos de la anticoncepción en la sociedad, lo que dio lugar a la disminución de la tasa de natalidad. Frente a este escenario, los católico no debe permanecer en silencio, sino que deben llevar un mensaje de esperanza: los niños son importantes, dan vida y alegría a sus padres y fortalecen su fe y las prácticas religiosas"

 

 

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