15/03/2018, 13.16
RUSIA
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Un búho abandonado enciende una cruzada ortodoxa y polémicas electorales

de Vladimir Rozanskij

Un sacerdote del Patriarcado sale a responder ante la “reconstrucción” acerca del origen divino del animal. La polémica se inserta en un contexto donde hay quien quiere bloquear Internet por las injerencias en el ámbito político.

Moscú (AsiaNews) – En los últimos días, un curioso escándalo ha estado captando la atención en Rusia, a causa de una publicación en Facebook de la escritora Lora Belovian (en la foto), en defensa de un búho abandonado, que fue adoptado por ella y por su marido. Un post que ha provocado una reacción de la Iglesia ortodoxa y polémicas de sello electoral, incluso con los católicos.

La autora es célebre como artista y como protectora de los animales, siendo la fundadora y directora del primer centro de Rusia dedicado a la protección y rehabilitación de las focas. El búho en cuestión es uno de los tantos animales alojados en la casa situada en Tavrichanka, un pueblo en el extremo oriente del país, donde viven ella y su marido. En los mensajes de la red social de la escritora a menudo se da voz e imagen a estos “amigos del hombre”.

En el caso del búho “Sova” (que en ruso significa, justamente, “búho”), además de los relatos que se describen en varios posts, Lora se dejó llevar por un comentario particularmente entusiasta, describiendo el origen divino del animal: en la reconstrucción fantástica que hace la autora, con el lodo preparado para dar forma a Adán, Dios mismo habría elaborado también otras formas animales, entre ellas, precisamente, el búho.  Mientras pasean por el jardín del Edén, Dios y Adán bromean sobre los variados seres que encuentran en su camino, dándoles el nombre, y al llegar frente al búho, el primer hombre reprende al Creador por haber hecho mal su trabajo, siendo que le ha aplastado el cuello de tal manera.

Pero el relato teológico-humorístico hizo subir la presión del algunos celosos ortodoxos de Facebook, entre ellos, del autorizado sacerdote del Patriarcado de Moscú, que firmó con una foto (evitando publicar su nombre) y quiso expresar todo su descontento en un comentario bastante amenazante. Acusando a Beloivan de “ofender los sentimientos religiosos de los cristianos”, el prelado invitaba a quitar dicha historia de su página, para evitar consecuencias judiciales: “ésta se ha convertido en objeto de atención de aquellos que vigilan la observancia de las normas del orden público”.

La escritora quitó inmediatamente de Facebook su apología “del búho”, dando lugar a una ola de comentarios a favor y en contra y, obviamente, generando la multiplicación de posts por las decenas de miles de lectores que ya se la habían descargado.  La sumatoria se transformó en una violenta discusión pública sobre la libertad de información y de opinión con un tono más que perplejo y desorientado: en efecto, la descendencia divina del búho parecería contradecir bastante las opiniones de los darwinistas ateos más empedernidos, y ni qué hablar de los buenos cristianos y judíos, que se apoyan en el Génesis para construir historias y alegorías desde hace algunos miles de años. La misma Belovian explicó que retiró la publicación de la página para evitar polémicas, y uno de los voceros del Patriarcado, si bien reprendiendo a la autora por lo impertinente de sus expresiones, invitó a todos a serenar los ánimos.

Por otro lado, la polémica se inserta en el contexto más que tenso de las últimas semanas, donde se multiplican las propuestas de “cerrar Internet” en Rusia, o al menos, defenderlo de las injerencias indebidas, sobre todo occidentales, pero también internas. A modo de ejemplo, otra publicación de Facebook que ha sido muy criticada en los últimos días es el llamamiento del obispo católico Klemens Pickel, titular de la sede de San Clemente en Saratov, en la cual invitaba a los fieles a “dar su contribución al bien común en un espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad”. La expresión, que ha sido tomada del Catecismo de la Iglesia Católica, fue leída como un intento católico de apoyar la candidatura de Putin, haciendo aumentar la  participación en las elecciones, la cual se prevé será bastante minoritaria.

La crítica de la “injerencia católica” en política fue efectuada tanto por los sostenedores del presidente como por sus opositores, por el sólo hecho de haber sugerido indirectamente la participación en la votación. Por otro lado, el vocero de la Conferencia episcopal católica rusa, Mons. Igor Kovalevskij, ha negado que las palabras de Pickel tuviesen esta intención, y aclaró que simplemente era una invitación genérica a la armonía social en el país. Al mismo tiempo, han causado gran estruendo las decisiones adoptadas por algunas empresas e instituciones que dependen de la mismísima Iglesia Ortodoxa, como la famosa fábrica “Sofrino”, dedicada a la producción de velas y jarrones de uso sacro. En éstas el domingo 18 de marzo, fecha en que se celebran elecciones, fue declarado día laboral obligatorio, por lo cual se organizará el transporte hasta sedes electorales (abiertas específicamente para trabajadores); quien se negase a asistir, podría arriesgarse a perder el trabajo.  

 

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