03/02/2021, 15.27
ARGELIA - ISLAM
Enviar a un amigo

Vacunas contra el Covid-19: la lucha del Islam entre lo ‘permitido’ y lo ‘prohibido’

de Kamel Abderrahmani

Argelia ha dado luz verde al fármaco, que fue declarado "halal". Los clérigos radicales son una especie de policía del pensamiento que vigila las costumbres y los dogmas. El silencio cómplice de médicos y científicos. El ejemplo de la vacuna contra el sarampión y la rubéola, que Indonesia califica como "haram". ¿Qué es más importante? ¿Salvar vidas o complacer a los pseudo doctores en Ciencias (islámicas)?

 

París (AsiaNews) - Hay mundos que evolucionan, aportando progreso a toda la humanidad, y otros mundos que se hunden en el ridículo, acelerando la regresión del ser humano. Y si bien el ridículo no mata, sí colabora activamente a mantener a las naciones musulmanas en la lista de los países subdesarrollados, al final de todo. Las sociedades musulmanas están asfixiadas por los imanes, las instituciones religiosas y el dominio de la esfera religiosa en la vida cotidiana. El clero islámico se inmiscuye en los asuntos de todo el mundo, no tiene miedo de nada y se complace en todo: mete las narices en la vida de las parejas, en el ámbito científico, sanitario, identitario y cultural. En otras palabras, ¡los religiosos se sitúan ante todo como si fueran policías del pensamiento y guardianes de las costumbres y los dogmas!

Después de que Indonesia declarara "halal (pura)" su vacuna contra el coronavirus, hoy le toca a Argelia hacerlo, con un rigor y una firmeza religiosa sin precedentes. De hecho, todos estábamos impacientes, presionados por las noticias sobre la reunión de los expertos de la República, los eruditos que componen la comisión de las fetuas en Argelia, para decidir el destino de un pueblo frente a un virus mortal para las personas frágiles. Una comisión ministerial formada por imanes sin experiencia en medicina, ciencia o virus -a menos que se considere que la llamada medicina profética sigue siendo relevante- dijo a través de un comunicado que: "La vacuna contra el Covid-19 no contiene componentes prohibidos por la sharia, la ley islámica". ¡Aleluya!

De hecho, según los preceptos de la religión musulmana, cualquier producto, - incluso aquellos médicos - que contenga componentes prohibidos por el Islam, como la carne de cerdo, no debe consumirse salvo en casos de probada necesidad. Sin embargo, según la Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos, la mayoría de los medicamentos con carácter de urgencia contienen en su interior productos derivados de animales como el colágeno, que se extrae de la piel y los huesos de cerdos, vacas, peces y aves. Aunque estas materias primas proceden de animales sacrificados en un matadero y considerados aptos para el consumo humano, su uso se cuestiona "por motivos religiosos" en todos los países musulmanes. Todo ello mientras Argelia solo importó 1.130 millones de dólares en medicamentos en el 2019, según las estimaciones facilitadas por las aduanas nacionales. En este sentido, Argelia es el décimo importador de fármacos provenientes de Francia. 

De hecho, a falta de una industria farmacéutica sana, es más prudente importar estos medicamentos que contienen productos no halal, porque la vida humana es sagrada y merece la transgresión de un dictado religioso para salvarla. En este sentido, algunas corrientes de la religión islámica, como los hanafitas y los chafis, eximen a los creyentes de cumplir esta norma cuando no hay otra alternativa, invocando uno de los dichos del Profeta [Muhammad] de que el bienestar y la salud del individuo prevalecen sobre las definiciones de impureza. Este es el caso de todos los países musulmanes, ya que ninguno de ellos es capaz de producir una vacuna contra el Covid que sea "halal". Es decir, no pueden producir ni una vacuna "lícita" ni una "haram" (prohibida por la propia ley islámica). 

Tras un año de pandemia y crisis sanitaria global, Occidente ha encontrado una vacuna que puede salvar a la humanidad de este virus y ayudarla a recuperar su vida de otro tiempo. Sin embargo, ¡este problema no es aparentemente tan urgente para los guardianes del templo del Islam! No intentan encontrar los medios necesarios y tampoco ayudar a encontrar los métodos adecuados para poder vacunar lo antes posible: ¡toca concienciar a los ciudadanos! La urgencia sería saber si Alá podría llegar a enfurecerse por los componentes de las vacunas producidas por los "infieles". 

¿No debería el clero islámico preocuparse por la supervivencia de las criaturas de Alá, en lugar de preocuparse por la composición de las vacunas contra el nuevo coronavirus? 

Si sólo hay un Dios, ¿acaso a Alá le importa tanto un poco de gelatina inyectada en las venas de sus siervos? ¿Por qué debemos complacer a Alá a costa de la salud pública? Además, y dado que es justo que se pida una vacuna "halal", sería tan importante como acertado que la humanidad abriera centros de investigación y ciencia que fueran, a su vez, "halal", en lugar de centrarse únicamente en la construcción de mezquitas en todo el mundo. Estos últimos puntos son parte de los problemas que aquejan a la mentalidad de los musulmanes, con sus ideas tradicionalistas. 

La salud pública se entrega a manos de charlatanes, de religiosos -con tesis argumentativas que suelen ser burlescas, risibles y ridículas, partidarios de fetuas grotescas, absurdas e idiotas- mientras que los médicos, especialistas y virólogos prefieren guardar silencio. Un silencio ensordecedor. Ellos saben que su silencio suele ser un indicio de complicidad, pero en este caso es incluso de cobardía. ¿Cómo se puede dejar el campo libre a personas que no saben nada de Medicina y que se alimentan únicamente de la sharia en lo que respecta a la composición de las vacunas? ¿Cómo se puede olvidar que estos defraudadores de Alá, que tienen al Islam y a los musulmanes como rehenes, no dudaron en considerar el Covid-19 como un castigo divino contra los "infieles"? Y cuando la pandemia llegó a Argelia, para proteger a la población decidieron distribuir un ejemplar del Corán a cada ciudadano. ¿Tenemos tan poca memoria? ¿Es la conciencia colectiva tan indulgente con los llamados voceros de Alá?

En el supuesto caso de que la vacuna fuera considerada impura o ilícita por parte de estos "iluminados" - como sucedió con la vacuna contra el sarampión y la rubéola, tachada de impura o "haram" hasta el punto de poner en peligro la campaña de vacunación de niños en Indonesia en 2018-, ¿los musulmanes preferirían morir o vacunarse? La pregunta es retórica porque la respuesta es conocida: ¡las mentes están anestesiadas por el dogma islámico! El simple musulmán está perdido, ¡ya no sabe en quién confiar! Si en los doctores de la ciencia islámica -una pseudociencia que sirve para contaminar los espíritus-, o en un científico sometido al imán y a su fetua.

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
La vacuna china es ineficaz, tercera dosis de inmediato en el Golfo (y para Erdogan)
05/06/2021 10:16
Ministro saudita: la vacuna contra el virus Covid es una 'condición previa' para el Hajj
02/03/2021 17:00
Desde Phnom Penh hasta Abu Dhabi, comienza la carrera para vacunar a los niños
17/09/2021 12:22
Dhaka, una enfermera católica entre los primeros beneficiarios de la vacuna contra el Covid
27/01/2021 14:25
Mascara, un profesor quiere imponer el velo: los alumnos (y padres) se rebelan
29/11/2021 12:43


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”