Vietnam, récord de abortos: la Iglesia da batalla para defender la vida

de Paul N. Hung

El país es el quinto en el mundo y el primero en el sudeste asiático en la interrupción de embarazos. Son más de 300mil al año los llevados a cabo entre los 15 y 19 años de edad. En la ciudad proliferan los centros privados y clandestinos, con graves consecuencias para la salud de las jóvenes. Grupos y movimientos de la Iglesia sostienen la vida. El ejemplo de la diócesis de Bắc Ninh.

Hanoi (AsiaNews) - Para contrastar el creciente fenómeno de las interrupciones de embarazos, muchas de las cuales se operan en modo clandestino dañando a jóvenes y adolescentes, la Iglesia Católica vietnamita ha lanzado algunas iniciativas de ayuda y apoyo en defensa de la vida. En particular, Caritas de la diócesis de Bắc Ninh, sufragánea de la arquidiócesis de Hanoi, al norte del país, ha promovido cursos de formación a los cuales han adherido al menos 65 jóvenes, entre chicas y chicos. Ellos se unirán a los muchos voluntarios que ya hoy operan en los centros parroquiales activados por la Iglesia para ayudar a las mujeres a llevar a término su embarazo.
Por otra parte las cifras oficiales son fuente de alarma. Desde 1989, año en que el gobierno de Hanoi legalizó el aborto, el número de casos ha crecido en modo exponencial. Hoy Vietnam es el primer país del sudeste asiático y el quinto del mundo en interrupciones anticipadas y voluntarias de embarazos.

Cada año más de 300mil jóvenes de entre 15 y 19 años recurren al aborto; entre ellas, muchas son estudiantes del secundario y de la universidad (entre el 60 y el 70%). En la capital Hanoi el número es todavía mayor y muchas jóvenes deciden abortar más veces, como si fuese un método anticonceptivo. Por otra parte muchas jóvenes están habituadas a tener relaciones sexuales antes del matrimonio y quedan encinta ya desde la escuela. A éstas se suman las víctimas de la violencia y el abuso.

Un asistente social de Hanoi explica a AsiaNews que “parte el corazón ver brotar en la ciudad los centros especializados en aborto como si fueran hongos”. A estos centros recurren la mayoría de las “jóvenes y jovencitas, que aún no se han esposado” y que cuando quedan encinta “piensan sólo acerca de cómo eliminar las consecuencias” del problema.

Según los psicólogos el número de las interrupciones de embarazo entre los jóvenes “cada vez crece más”, frecuentemente acompañado de sentimientos de “vergüenza y miedo”. En muchos casos las jóvenes se dirigen a centros privados o clandestinos, en los cuales las condiciones higiénicas y las técnicas de intervención son precarias y pueden dañar la salud de la mujer.

En respuesta a la emergencia, grupos pro-vida han creado una red para prevenir los casos de aborto. Entre éstos, los más activos son los movimientos católicos y los grupos diocesanos como el que hay en Bắc Ninh. Por un período de al menos tres meses los participantes de reúnen y rezan escuchando la misa, comparten experiencias y problemas. Al mismo tiempo Caritas diocesana promueve momentos de encuentro y sensibilización sobre el tema.

Una obra que es muy apreciada por mucho no católicos, que dicen estar “impresionados” por el espíritu de sacrificio y por la caridad de los voluntarios de la Iglesia, pero que muy a menudo es obstaculizada por las autoridades. “Si bien los grupos deben afrontar obstáculos y dificultades por parte de las autoridades - afirma un católico que permanece anonimo a AsiaNews- el movimiento de defensa de la vida de la diócesis de Bắc Ninh es bienvenido, paso tras paso, ha sabido conquistar la confianza de la gente ”.