El ataque de Hamás contra Israel planeado (desde hace meses) en Beirut
de Fady Noun

Las repercusiones en el "flanco norte", donde ahora reina una aparente calma. Advertencia de Washington a Hezbolá para que se mantenga alejado de los combates. Siete milicianos chiíes muertos en el sur. Se estudia la creación de una unidad de crisis en el País de los Cedros, donde ya se está produciendo un primer éxodo desde el sur. El ejército y la Unifil participan en los controles.


Beirut (AsiaNews) - La operación "Inundación de al-Aqsa" lanzada por Hamas ha provocado también una situación de profunda inestabilidad en el vecino Líbano, especialmente en el sur, donde en las primeras horas de hoy parece reinar una situación de "aparente calma" mientras helicópteros israelíes patrullan continuamente la zona. El sentimiento generalizado en la clase política del país de los cedros es que esta operación era "previsible" dada la política represiva del gobierno dirigido por el primer ministro Benjamin Netanyahu. Una línea dura hacia los palestinos con redadas y atentados, especialmente en Cisjordania, que causaron 247 muertos en los nueve primeros meses del año, con una media de una víctima al día. 

Planificación en Beirut 

La ofensiva llevada a cabo por Hamás en Israel el 7 de octubre llevaba meses planeándose en la capital libanesa. Así lo afirma hoy L'Orient-Le Jour (LOJ), que transmite una información del Wall Street Journal confirmada al diario francófono por miembros del llamado "eje de resistencia" formado por las Brigadas al-Quds, Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica. "Estamos observando la evolución de los acontecimientos y podríamos intervenir", declaró un dirigente de Hezbolá al OLJ, "sobre todo en caso de ofensiva terrestre en Gaza". Una confirmación de la tesis de los analistas según la cual "Hezbolá no dejará que Israel destruya a Hamás" y sigue de cerca el desarrollo de las operaciones con soldados iraníes en Beirut. Sin embargo, según OLJ, Hezbolá está "esperando a ver qué ocurre en Cisjordania, que probablemente estallará como reacción a los ataques israelíes en Gaza" y sólo decidirá entrar en escena en una tercera fase.

Con la muerte ayer de tres combatientes del "partido de Dios" en un bombardeo israelí en el sur de Líbano, ha aumentado el temor a la apertura de un frente con Israel. El recuerdo de la invasión de 2006, con más de 1.500 muertos, en su mayoría civiles, sigue vivo en el país de los cedros, y los temores aumentaron esta mañana tras la advertencia de un alto responsable de Defensa en Washington citado por Afp: Hezbolá, subraya, no debe tomar la "decisión equivocada" de abrir un segundo frente contra Israel en la frontera con Líbano. La orden de desplegar el portaaviones USS Gerald Ford, el mayor buque de guerra del mundo, en el Mediterráneo oriental demuestra a los grupos armados apoyados por Irán, entre ellos el libanés Hezbolá, que no deben "dudar del compromiso de Estados Unidos de apoyar la defensa de Israel". El día anterior, según el diario Yedioth Ahronoth citado por el sitio de noticias en línea Ici-Beyrouth, Israel ya había advertido a Hezbolá, a través de Francia, de que atacaría los suburbios del sur de Beirut en caso de que el movimiento participara activamente en el conflicto de Gaza.

Primera respuesta de Hezbolá

Sobre el terreno, Hezbolá anunció la muerte de siete de sus combatientes, fallecidos en un ataque israelí contra un puesto de observación en Aïta el-Chaab. Estas bajas, explicó Hezbolá, se debieron al cambio unilateral de las "reglas de enfrentamiento" por parte de Israel, que cogió por sorpresa a los combatientes chiíes. En general, los intercambios de artillería entre ambas fuerzas se limitaron a zonas no ocupadas y principalmente como advertencia. Los milicianos dijeron haber reaccionado bombardeando dos cuarteles israelíes en Brannit, cuartel general en el norte, calificando el ataque de "primera respuesta" a la muerte de sus miembros. También ayer por la mañana, el Estado judío había desencadenado la artillería, con una descarga no vista en 17 años según fuentes sobre el terreno, en reacción a una infiltración en su territorio reivindicada posteriormente por la Yihad Islámica. El mando israelí anunció más tarde que había matado a "varios sospechosos armados" en la operación, mientras que Hezbolá negó cualquier implicación de sus propios combatientes. 

LLamado a la moderación

Ayer, el ejército libanés y la Unifil hicieron un llamado a la moderación a las partes implicadas en el conflicto, que también afectó a algunas aldeas de los distritos de Marjeyoun y Bint Jbeil. Sin embargo, tras los bombardeos y la decisión israelí de evacuar a los civiles de los pueblos y kibutzim fronterizos, cientos de familias libanesas y refugiados sirios han preferido trasladarse a las zonas más interiores del país. Como medida de precaución, el Ministerio de Educación ha ordenado el cierre de las escuelas limítrofes con las zonas bombardeadas, que han quedado vacías de parte de su población.

Mientras tanto, el primer ministro Nagib Mikati, que recibió al comandante del ejército, general Joseph Aoun, se reunió a su vez con el jefe de la misión militar de la ONU, a quien aseguró que "la prioridad del gobierno es mantener la calma en la frontera".

Las autoridades religiosas pidieron una solución "justa y duradera" al problema palestino, teniendo en cuenta que el Patriarca maronita, cuya voz es especialmente respetada, asiste al sínodo de obispos en el Vaticano. Por último, se va a crear una unidad de emergencia para hacer frente a la situación pero, contrariamente a los rumores, por el momento no se tiene noticia de ningún impedimento o situación crítica en la circulación de pasajeros en el aeropuerto internacional de Beirut.