Pakistan, atentado contra la guerrilla anti-taliban: 15 muertos
En el visor era el jefe de la tribu Hanfi Nabi, que lucha contra los extremistas islámicos en la zona de Orakzai: el hombre sería ileso. Ayer dos ataques más en el ejército regular. Islamabad punta del dedo contra los fundamentalistas y los separatistas que luchan por la independencia de Baluchistán.

Islamabad (AsiaNews) - Un atentador suicida hizo estallar esta mañana en un coche lleno de explosivos contra el cuartel general de un comandante militar en el territorio paquistaní de la agencia tribal de Orakzai. La explosión mató al menos a 15 personas. No está claro quién organizó el ataque, según algunas fuentes, que es el grupo talibán Tehrek-e-Taliban (TTP), que ha enviado una comunicación a los medios de comunicación internacionales para reclamar el gesto. 

El objetivo principal de los suicidas era el comandante Nabi Hanfi, quien, con el apoyo del gobierno central, está librando una dura ofensiva contra los extremistas islámicos en el norte-oeste del país. Wajid Khan, un funcionario local, confirmó que el líder guerrillero está seguro: "no estaba en la zona en el momento de la explosión".

La zona no está muy lejos de Peshawar, teatro de violentos ataques contra la comunidad cristiana en las últimas semanas.Aalgunos militantes islámicos mataron a dos soldados paquistaníes ayer que viajaban en el sur-oeste del país para llevar sustento a las  necesidades básicas de las víctimas del terremoto de la semana pasada que mató al menos 515 personas. En otro ataque, que ocurrió en la frontera con Afganistán, murieron 6 personas.

El aumento de la violencia en el país está ligado al ascenso del fundamentalismo islámico y la reanudación de los combates por la independencia de Baluchistán. Según las autoridades de Islamabad de hecho, los talibanes y los grupos tribales luchan entre sí por la supremacía de las diversas partes de Pakistán y a veces se unen para ataque el ejército nacional.

El obispo de la diócesis India de Pune, en una entrevista con Asianews dijo que  la violencia "es el fracaso de las autoridades paquistaníes para proteger las comunidades cristianas vulnerables del país. La integridad y la autoridad moral de una nación depende de su firme compromiso para garantizar el imperio de la ley y defensa de sus minorías".