Hong kong (AsiaNews) - El partido comunista de China debe tomar medidas para reducir su monopolio sobre la sociedad, asegurando la independencia del poder judicial y la libertad de prensa y trasladarla a la libertad de los sindicatos y organizaciones sociales.
Esto es lo que He Weifang, profesor de derecho en la Universidad de Pekín (Beida) sugiere al gobierno chino para evitar en China una revolución social y convertirse en un Estado de derecho.
En una entrevista que concedió al South China Morning Post, ha puesto de manifiesto una "profunda brecha" entre el Partido de gobierno y los intelectuales sobre el imperio de la ley y la Constitución. "Tal vez, dijo [los dirigentes] no tienen una comprensión profunda de lo que es el gobierno de la Constitución. Todavía están tratando de mantener la estabilidad social sacrificando la libertad de la población ".
Para el profesor. el gobierno constitucional puede parecer a primera vista que debilita la autoridad del Partido comunista, pero en realidad permite un mejor gobierno.
En los últimos meses en las publicaciones del Partido se ha combatido la idea del constitucionalismo, es decir poner la Constitución por encima del partido. Según algunos artículos, este movimiento lleva a perder el poder al Partido y es probable que China colapse, como le sucedió a la ex Unión Soviética.
En China He Weifang es considerado un liberal. su microblog es seguida por más de 1 millón de seguidores. Muchos intelectuales se sienten frustrados por los pocos resultados que el Presidente Xi jinping está ofreciendo en el rol de la Constitución. Tan pronto llego al poder prometió aplicar el Estado de derecho. Pero después de un año todavía controla la prensa, las detenciones de activistas, censura de internet. He Weifang dice que los estados que suprimen las personas que defienden sus derechos amaparados en la ley pueden conducir a conflictos violentos y posiblemente a una revolución.
"Espero", dijo, que el Gobierno entiende que [la opresión] tiene los peores efectos, haciendo perder esperanza en el gobierno, [creando] una enorme distancia entre el pueblo y los gobernantes... y cuando lo mejor de la población se siente desesperanzada, la única opción que queda es la revolución".