Mumbai (AsiaNews)- "Para frenar la violencia contra las mujeres e inculcar los valores de respeto, dignidad, honestidad y moralidad en relación de todos los seres humanos, es necesario partir de la familia, que es la base fundamental de la sociedad". Es cuánto afirma a AsiaNews, Mons. Savio Fernandes, obispo auxiliar de Mumbai, en vista de la Jornada internacional de la niña, que se celebrará en todo el mundo el 11 de octubre próximo. Para la ocasión el prelado lanzó una colecta de firmas para pedir mayor seguridad y protección para las mujeres indias. Todos los mayores de edad de la arquidiócesis están invitados a participar de tal iniciativa: las firmas, junto a un memorándum, serán presentadas justamente el 11 de octubre al chief minister del Maharashtra.
"No obstante los numerosos debates, manifestaciones y demostraciones de rabia y solidaridad- explica el prelado- continuamos registrando episodios de violencia. No es necesario condenar, sino también emprender o crear estrategias a largo plazo para producir un verdadero cambio". Al mismo tiempo, agrega, "tenemos que mandar un fuerte mensaje a nuestros políticos: deben ser sensibles hacia los crímenes contra ciudadanos inocentes, en particular mujeres, y no usar las ocasiones trágicas como la violación de Nueva Delhi o de Mumbai como argumentos para las campañas electorales.
En este sentido, la Iglesia está en primera línea para sensibilizar la sociedad y la comunidad sobre el tema de la igualdad de género. "En la arquidiócesis- subraya Mons. Fernandes- hemos lanzado programas y actividades a distintos niveles, desde las escuelas a las parroquias, hasta en las homilías dominicales. Es necesario enseñar a las personas que todos los seres humanos, en particular las niñas y las mujeres deben ser respetadas y tratadas con dignidad y justicia".
Para hacer esto es necesario partir de la familia. "Cuanto sucede al interno de las casas- explica el prelado- se refleja en gran medida en la sociedad. Si ambos padre enseñan a sus propios hijos los valores de la igualdad y de la dignidad, y al mismo tiempo lo transmiten a la sociedad. Los padres tienen que ser los primeros instrumentos del cambio.