Violencias anticristianas: el silencio de los musulmanes "moderados"
de Piero Gheddo
Sólo hace dos días en Egipto, pero en los últimos meses se realizaron ataques en Filipinas, Centro de África, Mali, Nigeria, Siria. La mayoría de los creyentes en Allah y en el Corán son personas pacíficas que aspiran sólo a vivir en paz y libertad. Pero entonces ¿por qué estas masas humanas de moderados no protestan jamás; por qué no nacen asociaciones y grupos musulmanes para condenar las violencias de los salafitas y "el martirio por el islam de los kamicases terroristas?

Milán (AsiaNews)- Un italiano, vuelto estos días de Filipinas, me dice que en la gran isla de Mindanao centenares de extremistas llegados en la noche del interior del territorio y de las islas menores han atacado un barrio periférico de la ciudad de Zamboanga, saqueando y quemando casas y cabañas. Se retiraron llevándose decenas de rehenes y dejando sobre el terreno muertos y heridos. El italiano cuenta que muertes y raptos son cosa frecuente, pero quizás sea la primera vez que haya habido un ataque masivo contra los cristianos. El terror invadió la región y ya nada será como antes. El gobierno mandará al ejército y se prevén nuevos enfrentamientos, venganzas, destrucciones. Quien puede huye a otras regiones del país, la vida de la gente y la economía están bloqueadas. De los Países del Golfo llegan numerosas financiaciones a los ulemas de mezquitas y escuelas coránicas para que eduquen a los jóvenes apara la lucha y al "martirio por el islam", contra el Estado cristiano, al cual los salafitas piden una región autónoma para la minoría islámica de la isla de Mindanao, que se uniría a Malasia y al vecino Borneo malayo, para formar un único Estado islámico.

Esta es una de las noticias que no llegan al escenario de las informaciones internacionales, pero no es la única. Hace tres días que sucedió un ataque contra la gente que asistían a una boda cristiana en Giza, en la zona metropolitana del Cairo, y que ha provocado, según el último balance, la muerte de 4 personas y 18 personas heridas. Bangladesh fue siempre un País moderado, así como también su pueblo, admite aún misioneros y hermanas extranjeras, pero en los últimos años los numerosos movimientos islámicos y grupos islamistas han incitado al pueblo. Piden que el gobierno declare la "sharía" (ley coránica) como ley del Estado y bloquean al País por continuos paros y manifestaciones que terminan a menudo en violencias gratuitas (quien viaja o trabaja es detenido, golpeado y a veces acuchillado o asesinado). Las pequeñas minorías cristianas, hindúes y budistas están siempre bajo presión y padecen todo tipo de condenas inventadas, injusticias y violencias. Se teme que Bangladesh, en ocasión de las próximas elecciones políticas se vuelque a lo peor.

Centro África es uno de los Estados "más desestabilizados del continente", a causa de las bandas de islámicos venidos del extranjero, (Nigeria, Ciad, Nigeria, Sudán) que han tomado el poder en la capital Bangui, desplazando al presidente Bozizé. Como denuncia "Mondo e missione" (octubre 2013), "durante la ofensiva de las fuerzas de Seleka (así se llaman los islamistas al poder), hospitales, centros sanitarios fueron saqueados y el personal médico tuvo que escapar. La situación sanitaria es dramática". Un pasto protestante declara: "Los cristianos son tomado de mira por los militares islámicos: vienen atados, golpeados y obligados a dar dinero para salvar la vida...Los rebeldes de Seleka devastan y saquean lugares de culto, matan y obligan a la fuga a millares de personas, tomando de mira especialmente a los cristianos". Cuatro diócesis de Centro África fueron saqueadas, al menos la mitad de los bienes de la Iglesia o bien fueron destruidos o se los llevaron. Mons. Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, relata: "La gente escapa por todos lados, los civiles asesinados y las jóvenes violentadas. En la diócesis han robado cuánto pudieron: autos, motos, hasta refrigeradores, televisores, frazadas. Han destruido todo, desde los centros escolares a los servicios de pediatría". Una relación de la diócesis de Bohong denuncia: "En Bohong no se ahorró ni siquiera las cabañas pertenecientes a los habitantes no musulmanes, por parte de los militares de Seleka venidos del extranjero. En toda la ciudad, excepto la parte musulmana, la misma escena: casas sin techo, muros ennegrecidos y vacíos..."

Es superfluo recordar cuánto sucede en otros países de África negra. El Norte de Mali está prácticamente gobernado por bandas islámicas, el Sur está salvado sólo por la intervención de las fuerzas especiales francesas. En Nigeria los frecuentes asaltos de Boko Haram a iglesia e instituciones cristianas revelan un plan de expulsar a los no musulmanes de todos los Estados del norte. En el solo mes de septiembre de 2013 las víctimas cristianas de estas violencias fueron unas ¡500 personas!

El Occidente se ilusiona diciendo: "Pero este no es el verdadero islam". ¿Entonces, cuál es el verdadero? En verdad, dado que los terroristas y los salafitas mismos se declaran islámicos y obran en favor del islam, llega a conocimiento sólo el islam violento. Se bien aunque la mayoría de los creyentes en Allah y en el Corán son personas pacíficas que aspiran sólo a vivir en paz y libertad. Visité todos los Países islámicos desde Indonesia a Marruecos, de Somalia a Senegal, de Mozambique a Egipto y Turquía, y siempre lo he sentido decir a los cristianos y también a los misioneros, hermanas, sacerdotes y obispos locales. Pero, entonces es lícito preguntarse: ¿por qué estas masas humanas de moderados no protestan nunca; por qué no nacen asociaciones y grupos musulmanes para condenar las violencias de los salafitas y el "martirio del islam" de los kamicases terroristas? En Italia hay de dos a tres millones de musulmanes, cuyos derechos religiosos les son reconocidos. ¿Por qué no protestan contra las violencias sistemáticas hechas por sus correligionarios?

Estas preguntas no son ofensivas. Deseo solamente evitar que también en Italia se piense aquello que ha declarado Domenico Quirico, enviado por la "Stampa" a Siria y por meses prisionero de los guerrilleros islámicos: "Nosotros no queremos entender que el islam moderado no existe, que la Primavera árabe terminó y que su nueva fase consiste en el proyecto islamista y jihadista de construir el Gran Califato Islámico. Un proyecto político preciso que tiene armas, ejércitos, dinero y se está realizando desde Siria".

Nosotros, creyentes en Cristo y en la Iglesia católica continuamos en la oración, en el diálogo, en la acogida y solidaridad hacia los musulmanes necesitados, pero ciertas preguntas es bueno que nos las pongamos y discutamos.