Liaoning: antiguos frescos budistas "restaurados" con pinturas de historietas taoístas
de Wang Zhicheng
El caso denunciado por un blogger. La empresa que ha realizado los trabajos no estaba calificada para la conservación del patrimonio cultural. El web acusa: "Sin cerebro". Destrucción de la heredad cultural china sucedieron durante la Revolución cultural y en el período de Deng Xiaoping.

Beiging (AsiaNews) - Las autoridades de Liaoning han "restaurado" frescos budistas de la época Qing cubriéndolos con imágenes modernas sacadas de las historietas sobre mitos taoístas.

El hecho sucedió en Chaoyang, donde se conserva un complejo de pagodas que resalen hasta la época Liao (916-1125). La atrevida "restauración" se realizó en una pagoda de la época Qing (1644-1911), donde los antiguos y solemnes frescos fueron sustituidos, pintándolos encima con imágenes coloridas y ridículas, en un estilo vulgar y moderno sacado de historietas taoístas.

El caso fue descubierto y denunciado por un blogger que ha publicado imágenes del "antes" y del  "después" de la restauración-burla. En la web se desencadenó la ironía y el dolor pos la pérdida de otro pedazo de heredad artística de China.

Algunos acusaron de "horrible ignorancia"; otros al hecho que los restauradores están "sin cerebro".

El error fue realizado por las autoridades turísticas locales, que han confiado "la restauración" a una empresa que no estaba calificada para un trabajo de conservación de un herencia cultural. Según el Global Times, dos miembros responsables del turismo del templo budista fueron despedidos y el secretario local del Partido fue reprendido.

Alguno sugiere cancelar las "historietas" que fueron pintadas en la pagoda Qing y recuperar los antiguos frescos.

El caso de Liaoning saca a luz y en evidencia un problema vivo en China, el la cual el enorme patrimonio cultural fue muchas veces quemado o dilapidado (como en tiempos de la revolución cultural, 1966-1976); o bien haber destruido edificios para hacer lugar a nuevas construcciones modernas (Ej. Beiging); o bien destruido y reconstruido con copias más vivaces como en el caso de la zona antigua de Shanghai o algunas calles de la capital, convirtiéndolas en calles para turistas.