El Cairo (AsiaNews) - Las fuerzas de seguridad encargada de proteger a los cristianos de la iglesia de la Virgen María de Warraq no estaban presentes en el momento del ataque islamista que ha provocado 4 muertos y más de 20 heridos. Lo reveló el director administrativo de la comunidad copta de al-Warraq (Giza), que ha declarado haber visto a las guardias enviadas por el Ministerio del Interior, alejarse del edificio justo durante la masacre.
Interrogado por los investigadores, el hombre declaró que estaba trabajando en su oficina- situada sobre la iglesia- cuando escuchó los disparos. Él se asomó a la ventana, notando que el personal de seguridad escapaba por una calle lateral, dejando desprotegida la iglesia. Tal testimonio reabre las polémicas sobre la responsabilidad de policías y miembros del ejército, ya acusados por los líderes cristianos de no hacer nada para prevenir los ataques islamistas o defender los edificios y los lugares de culto. Testigos oculares del ataque de al-Warra confirman que no obstante las numerosas llamadas de socorro, policía y ambulancias llegaron al lugar sólo 2 horas después de la balacera.
El primer ataque (20 de octubre) deliberado contra una iglesia de la capital desde el 3 de julio, día de la caída del presidente Mohamed Morsi. Según las investigaciones, 3 personas estuvieron involucradas en la balacera, que tomó de mira al matrimonio de dos jóvenes. Para los investigadores además de los 2 hombres a bordo de una moto, un tercer cómplice se infiltró en medio de la gente.
Ayer miles de personas han participado en los funerales de Miriam Nabil, víctima de 8 años y de las otras 3 personas muertas en el incidente, todos de la misma familia. En la homilía el obispo Youannas afirmó: "La sangre derramada de los inocentes no es jamás banal a los ojos de Dios y de la Iglesia. Los responsables de este hecho se ilusionan si piensan que nos abstendremos del frecuentar la iglesia. Después de este incidente nuestra comunidad ha adquirido más fuerza, gracias al sacrificio de nuestros mártires".
El caso de al-Warraq suscitó duras críticas por parte de las autoridades. Ahmed-al Tayyeb, gran imán de al Azhar (el más importante ateneo del islam sunnita), definió al ataque como "un acto criminal contra la religión y los valores". El gran Muftí Shawki Allam afirmó que "las agresiones contra las iglesias son actos prohibidos por la sharía islámica". En lo que se refiere a los grupos políticos, uno de los dirigentes del partido Libertad y Justicia, brazo político de la Hermandad Musulmana, escribió en Facebook: "Condeno con la mayor firmeza este atentado y pido la apertura de una investigación".