Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Donde una minoría es perseguida y marginada por sus creencias religiosas o étnicas, de cualquier bien de la sociedad entera está en peligro y todos debemos sentirnos implicados". Esto se aplica a "todas las formas de antisemitismo", así como para los "no cristianos" víctimas de la "auténtica" persecución en muchas partes del mundo.
La audiencia de esta mañana con una delegación del "Simon Wiesenthal Center"- la agencia para la memoria de la Shoah - dio ocasión al Papa Francisco para renovar su condena de todas las formas de discriminación, ya sea religiosa o étnica y subrayar la necesidad de "fomentar una cultura de encuentro, de respeto, comprensión mutua y el perdón".
"Estas reuniones -dice Francisco- son una señal de respeto y estima por los Obispos de Roma, de las cuales estoy agradecido a quien corresponde la consideración del Papa por la obra a la que se dedican: para combatir todas las formas de racismo, intolerancia y el antisemitismo, mientras conserva la memoria del holocausto y promover el entendimiento mutuo a través de educación y compromiso social".
"He dicho antes -y lo repito ahora- en las últimas semanas la condena de la Iglesia a todas las formas de antisemitismo. Hoy me gustaría hacer hincapié en que se debe abordarse el problema de la intolerancia como un todo: donde una minoría es perseguida y marginada por sus creencias religiosas o étnicas, de cualquier bien de la sociedad entera está en peligro y debemos sentirnos implicados. Pienso con particular dolor en los padecimientos, la exclusión y la persecución que están sufriendo muchos cristianos en varios países alrededor del mundo. Aunamos nuestras fuerzas para fomentar una cultura de encuentro, de respeto, comprensión mutua y el perdón".
"Para construir una cultura así, me gustaría subrayar en particular la importancia de la formación: la formación es la transmisión del conocimiento, no sólo el pasaje de un testimonio, que presupone el establecimiento de una comunión de vida, una" alianza "con las generaciones más jóvenes, siempre abiertas a la verdad. De hecho, nosotros debemos ser capaces de transmitir conocimientos no sólo sobre la historia del diálogo judeo-católico, sobre las dificultades atravesadas y sobre los progresos realizados en las últimas décadas: por encima de todo, debemos poder transmitir la pasión por y el conocimiento de satisfacer mutuamente, promover una participación activa y responsable de nuestra juventud. En esto, el compromiso compartido para el servicio de la sociedad y de los más débiles es de gran importancia. Os animo a continuar transmitiendo a los jóvenes el valor del esfuerzo conjunto para rechazar los muros y construir puentes entre nuestras culturas y tradiciones religiosas. Vamos adelante con confianza, coraje y esperanza. ¡Shalom!".