Shandong, el alto tribunal rechazó la apelación de Bo Xilai: perpetua confirmada
El ex Secretario del partido de Chongqing ha perdido: en menos de una hora los jueces rechazaron la petición y confirmó la sentencia del 22 de septiembre. Ahora el traslado a la cárcel "cinco estrellas" de Qincheng.

Beijing (AsiaNews/Agencias) - El Tribunal superior de Shandong rechazó la apelación presentada esta mañana por el ex dirigente comunista de Chongqing, Bo Xilai, y confirmó la condena a cadena perpetua dictada el 22 de septiembre por el Tribunal intermedio de la provincia. Las denuncias siguen siendo los mismos: la corrupción, malversación y abuso de poder. La audiencia de apelación duró alrededor de menos de una hora. Según los jueces "los hechos presentados en primera instancia son evidencia clara, detallada y suficiente, la decisión apropiada".

Bo cayó en desgracia el año pasado debido a un escándalo - de acuerdo a muchos orquestada por sus oponentes políticos - que implicó su brazo derecho y su esposa, condenados a su vez por el homicidio del Fixer británico Neil Heywood.

El proceso ha sido recibido con cautela en China y en todo el mundo. El partido comunista, bajo el liderazgo de Xi Jinping, se refiere como ejemplo de su compromiso contra la corrupción de los administradores; Sin embargo, el gobierno comprometido contra el soborno ha detenido a activistas y disidentes (Xu Zhiyong sobre todo) que piden los funcionarios públicos a revelar a sus propios intereses económicos y comerciales. Según el analista Willy Lam, el procedimiento contra Bo es una farsa que muestra la "sed de poder" del presidente Xi.

El recurso no tenía el misma "apertura pública" del primer juicio, durante el cual un oficial del Tribunal de primera instancia transmitió por internet en forma semi-directa al mundo exterior. Según Xinhua, la agencia oficial del gobierno, los magistrados "se han comportado así: se rechazó la petición y sostuvo la primera condena. Este veredicto es el final".

Ahora la ex-estrella del ex partido será transferido preso a Qincheng, en las colinas al norte de Pekín, donde se encierran a todos los líderes comunistas deshonrados. Es una cárcel "cinco estrellas", equipados con todas las comodidades: cocina, habitaciones individuales, posibilidad de comunicarse con el mundo exterior.