Bangladesh: a las víctimas del Rana Plaza no sirven indemnizaciones, sino rehabilitación
de Nozrul Islam
Según Action Aid el 945 de las víctimas no han recibido indemnizaciones. Pero el problema más grave es la rehabilitación física y sicológica de las víctimas, el 63% de las cuales ha reportado amputaciones y parálisis. Brillan las iniciativas de los individuos y privados, pero falta un proyecto oficial y de amplia respiración, también culpa de los "falsos" sindicatos.

Dhaka (AsiaNews)-A seis meses del desastre del Rana Plaza  el peor accidente en la industria textil jamás acaecido en Bangladesh, 945 de las víctimas no ha recibido ningún tipo de indemnización prometidos. Lo dice Action Aid, organización benéfica, que ha entrevistado casi los dos tercios de los sobrevivientes y de los familiares de las víctimas, presentando un cuadro alarmante y preocupante. Más allá de la falta de subsidios, según la Asociación el 92% de estas personas no volvió todavía al trabajo, y el 63% de quien sobrevivió quedó paralizada, amputada y  con otros daños físicos permanentes.

En términos absolutos, diversos entes, pequeños empresarios y organizaciones han ofrecido su propia ayuda a las víctimas. Justo ayer, por ejemplo, la Conferencia episcopal de Bangladesh donó un lakh de taka (unos 1000 euros) al padre de una de las víctimas. Primark, cadena inglesa de ropas donó vestidos low-cost, está ofreciendo un salario mensual a más de 3000 personas. Lo que falta es un plan de subvención a nivel "institucional" y no sobre iniciativas privadas.

El pasado septiembre se rompió el acuerdo entre algunas grandes empresas y compañías internacionales y la liga de los sindicatos del País. Esto fue muy criticado a nivel local y no, echando la culpa a los empresarios extranjeros que producían sus ropas en el Rana Plaza. Sin embargo, el problema reside también en los sindicatos que interesados en firmar acuerdos  y cuya confiabilidad es escasa. Los más potentes están politizados, los más pequeños no son otra cosa que chantajistas, que de sindicato toman sólo el nombre. De hecho, lo que llega a sus manos va en mínima parte  a los trabajadores. Confirma esto el hecho que a llevar adelante el acuerdo económico con las empresas eran muchos sindicatos no ligados al Rana Plaza, que se proponían como "mediadores" para hacer llegar las subvenciones.

Mientras tanto el 22 de octubre pasado el gobierno de Bangladesh y la International Labour Organitation (Ilo) han propuesto una nueva iniciativa para mejorar la seguridad de los edificios y prevenir accidentes o incendios en las fábricas. Financiado por Gran Bretaña y Alemania, el plan cuesta 24 millones de dólares y será desarrollado en los próximos tres años.

Proyectos a largo plazo, sobre todo en materia de rehabilitación, es lo que realmente sirve a las víctimas, mucho más que la distribución de subvenciones. También en este campo, falta un compromiso y una visión común por parte de las instituciones. Existen luego realidades individuales que ya ofrecen servicios de este tipo: es el caso de Crp-Bangladesh, centro de rehabilitación de los paralíticos fundado en 1979 en Savar por el inglés Valerie Taylor. Después del derrumbe del Rana Plaza el hospital ha individuado y hospitalizado en su estructura algunas de estas personas, que han sufrido amputaciones u otras formas de incapacidades, iniciando en ocuparse de las rehabilitaciones físicas o sicológicas, y continúan todavía hoy. Gracias a la contribución de algunos entes privados, el Crp logra cubrir todos los gastos.