Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "El mundo globalizado nos pide a nosotros cristianos el dar testimonio del valor de la dignidad de la persona que viene de Dios" y el promover "las condiciones culturales, sociales y jurídicas que permitan a los individuos y a las comunidades el crecer en la libertad", tutelando la familia y garantizando a los jóvenes una "educación integral" y a todos el "ejercicio de la libertad religiosa".
Lo escribe el Papa Francisco en un mensaje a los participantes en la décima asamblea del Concejo ecuménico de las Iglesias (CEC), que se inauguró hoy en Busán, Corea del sur, sobre el tema "Dios de la Vida, tráenos la justicia y la paz".
En el documento, llevado por el card. Kurt Koch, presidente del pontificio concejo para la promoción de la unidad de los cristianos, el Papa "con gusto ratifica el compromiso de la Iglesia católica en continuar con la cooperación de larga durada con el Concejo" y pide "a todos aquellos que siguen a Cristo el intensificar la oración y la cooperación en el servicio al Evangelio".
"En fidelidad al Evangelio-agrega- estamos llamados a alcanzar a todos aquellos que se encuentran en las periferias existenciales de la sociedad y a llevar particular solidaridad a los hermanos más vulnerables", en particular modo a "los pobres, los discapacitados, los por nacer, los enfermos, los migrantes y refugiados, a los ancianos y a los jóvenes sin trabajo".
La asamblea del Concejo ecuménico se reúne cada 7 años. A Busán han llegado más de 3000 delegados, en representación de 345 Iglesias y Comunidades eclesiales. La Iglesia católica, si bien no es miembro del Cec, colabora en varios modos con este organismo y con su Comisión de fe y constitución, cuya función es la de perseguir la unidad de los cristianos a través de la reflexión común sobre cuestiones que aún dividen a los cristianos, entre los cuales, la eclesiología.