Damasco (AsiaNews/Agencias) - Antes de la Conferencia de Paz para Siria, que se celebrará en Ginebra a finales de noviembre, el régimen sirio hace una pequeña aperturas, pero continúa descartando un diálogo con los rebeldes patrocinados por los países del Golfo. Mientras tanto, noticias positivas vinieron del campo, el primero después de tres años de guerra. Hoy la Organización para la prohibición de armas químicas (Opac) ha completado la destrucción de 20 sitios para la producción de gas sarín. Ayer, la media luna roja había evacuado con la aprobación del régimen unos 800 civiles (mujeres, ancianos y niños) del distrito de Moadamiyet al-Sham, sureste de Damasco. Entre ellos hay también muchas familias de rebeldes.
En la reunión de ayer en Damasco con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe Lakdhar Brahimi, Bashar al-Aassad reiteró que "sólo los sirios decidirán el futuro de Siria en la Conferencia de Ginebra". Para el Presidente "el final del apoyo a los terroristas y las presiones de los Estados que los apoyan son los pasos principales para preparar el diálogo". Assad también categóricamente ha descartado su renuncia a petición de los rebeldes y evita las preguntas sobre su propia candidatura en futuras elecciones democráticas.
A pesar de la imposición, el Presidente sirio comparte con Brahimi la idea sobre la necesidad de encontrar una rápida solución al conflicto que desde marzo de 2011 ha tenido más de 115 mil víctimas y 7 millones entre las personas desplazadas y los refugiados. Según el enviado de la ONU, en la Conferencia de Ginebra el primer objetivo será un acuerdo con todas las partes de una estrategia capaz de detener las hostilidades.
Prevista para finales de noviembre, la reunión de Ginebra es probable que se rompa debido a desacuerdos entre Assad y los rebeldes. En las últimas semanas el Consejo Nacional Sirio, un órgano político que reúne a los opositores en el exilio, anunció que no participará en ninguna negociación si el Presidente sigue en el poder. Los grupos más cercanos al ala islamista de la oposición han advertido que todos los rebeldes que participen en la Conferencia de Ginebra serán tildados de traidores.