AsiaNews.it
Año de la fe en la India: las heridas del nacionalismo y la violencia religiosa
de Nirmala Carvalho
Con la encíclica Gaudium et Spes la Iglesia alienta al diálogo con otras religiones. Para combatir el fundamentalismo que aflige a la India, es necesario ser abierto con los otros y compartir su experiencia religiosa. En el Simposio Nacional dedicado al Concilio Vaticano II y la doctrina social de la Iglesia, obispos y sacerdotes han hecho hincapié en el papel de la Iglesia india para abrir el camino al diálogo. Asianews presenta es la tercera parte de los resultados de la reunión.
Mumbai
(AsiaNews) - Incluso si fue "la cuna
de muchas religiones del mundo", la India es recordada por la gente que
"es perseguida y asesinada en nombre de Dios". Después del problema
de la pobreza y la violencia contra las mujeres, en el Simposio Nacional de
octubre de la Comisión para la teología y doctrina de la Conferencia episcopal india
de rito latino (Ccbi-Lr) ha discutido sobre la violencia religiosa y el diálogo
como la única forma de reducir el peligro del nacionalismo, el fundamentalismo
y de esas actitudes prejuiciales hacia las minorías religiosas ".
Un país marcado por el
nacionalismo y los conflictos religiosos
La India ha
sido cuna de muchas de las religiones del mundo y es conocida por su
hospitalidad hacia personas de otras creencias. Pero la historia demuestra que,
a veces, la gente es perseguida y hasta muerta en nombre de Dios.
En el
Simposio hemos escuchado varios oradores de diversos credos hablar acerca de la
necesidad del diálogo interreligioso, como afirma la Gaudium et Spes, que alienta a la Iglesia a entrar en diálogo con
personas de otras religiones. La evangelización es compartir la experiencia de
Dios entre todos los que reconocen a Dios como la fuente de toda verdadera
experiencia religiosa. Del anuncio compartimos lo que el Señor
ha hecho por nosotros en Jesús; en el diálogo escuchamos lo que Dios ha hecho
en otros. Este diálogo reducirá el peligro del nacionalismo, el fundamentalismo
y de esas actitudes críticas en contra de las religiones minoritarias. Esto
crea una mayor comprensión del otro, apreciar las diferencias y facilitar la
convivencia como hermanos y hermanas. ¿Cuál podría ser nuestra contribución?
-
En
primer lugar, podemos apreciar lo bueno de estas religiones. Tengamos en cuenta
las palabras del Concilio Vaticano II: "La Iglesia católica no rechaza
nada de lo que es verdadero y santo en estas religiones. Considera con sincero
respeto los modos de actuar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, aunque
en muchos puntos difieren de lo que cree y propone, sin embargo, no pocas veces
reflejan un destello de aquella verdad que ilumina a todos los hombres. Sin
embargo, anuncia y está obligada a anunciar a Cristo, ´que es camino, verdad y
vida "(Jn 14:6), en que los hombres deben encontrar la plenitud de la vida
religiosa y donde Dios ha reconciliado consigo todas las cosas". Pensando
en Jesús podemos apreciar "lo que es verdadero, noble, correcto, puro,
hermoso, un honor" (Fil 4.8) en nuestra sociedad y cultura.
-
Estamos
agradecidos por las muchas iniciativas para establecer un diálogo como en el
que estamos hoy. Pero pedimos todavía más para este diálogo, un diálogo cuatro veces
diferente: de la vida, de la acción, del intercambio teológico y de la experiencia
religiosa. Somos conscientes de que vivimos entre gente de diferentes
tradiciones religiosas, y como miembros del Simposio, tenemos una oportunidad
única para participar en el diálogo de la vida.