Año de la fe en India: la vida está en peligro
Las distintas tradiciones religiosas honran a la existencia humana, pero hoy la dignidad y la sacralidad de la vida están bajo ataque: abortos, pobreza, presiones económico-sociales y fecundación artificial son una amenaza. La fe cristiana tiene que dar coraje el cuidado y el respeto por la vida, desde su concepción hasta su normal conclusión en la muerte. Esta parte de la reflexión de la Comisión para la teología y la doctrina de la Conferencia episcopal de los obispos de rito latino, surgida en el simposio nacional sobre la doctrina social de la Iglesia.

Mumbai (AsiaNews)- Los ataques a la vida en India sumen varias formas: abortos, en particular aquellos seleccionados femeninos, malnutrición, falta de asistencia sanitaria de base; suicidio, técnicas de reproducción artificiales no éticas, como la fecundación en vitro y la maternidad subrogada. Son estos los temas sobre los cuales se centra la cuarta parte de la reflexión de obispos, sacerdotes y religiosos hindúes, surgida en el simposio nacional de los obispos de rito latino (Ccbi-Lr). En los días pasados, AsiaNews publicó los resultados del encuentro sobre la pobreza, la violencia contra las mujeres y los conflictos de naturaleza religiosa.

Un país donde la vida está en peligro

La India es un país en el cual el valor y la dignidad de la vida son considerados y honrados por las distintas tradiciones religiosas. La idea de ahimsa, que deriva de la tradición [hindú], fue fundamental en el movimiento no-violento de liberación que ha llevado a la independencia de la dominación extranjera.

Sin embargo, observamos que en India la violencia y la destrucción de la vida son una triste realidad de la existencia cotidiana. La violencia contra la vida asume varias formas: el aborto, sobre todo de las niñas y el infanticidio femenino; la desnutrición, que mata a los apenas nacidos en las áreas más pobres, la falta de asistencia sanitaria de base, que lleva a la muerte de quien vive en algunas zonas del País; un derrumbe en el propio equilibrio emotivo, social y económico, que lleva al suicidio (jóvenes, campesinos), desórdenes entre las comunidades y desastres ecológicos causados por el hombre, que tienen un costo elevado. Otros ataques a la vida, incluido el uso de técnicas para la reproducción no aceptable desde el punto de vista ético, como la fecundación en vitro o la maternidad subrogada.

A la luz de nuestra fe cristiana, que defiende la sacralidad de la vida y la dignidad humana, estamos llamados a ser siempre pro-life, tomándonos el cuidado de la vida humana desde su concepción hasta su normal conclusión de la muerte. También entre nosotros debemos cultivar una actitud respecto al derecho a la vida. Esto sucederá en diversas formas: