Tíbet, sobrevivió el joven monje que se prendió fuego por la libertad
Tsering Gyal, 20 años de edad, ha sido transferido al hospital provincial de Siling por la gravedad de sus quemaduras. Cerca de 200 personas han querido visitarlo: el gobierno les negó el permiso pero, asustado por las multitudes, permitió que dos parientes del monje lo acompañaran en la nueva estructura de curación.

Dharamsala (AsiaNews) - Tsering Gyal, un joven monje budista que se inmoló ayer con fuego para exigir la libertad para el Tíbet, sobrevivió con quemaduras. Inmediatamente después al gesto extremo fue hospitalizado en el Hospital de Pema, y sus condiciones se definieron como "serias". Nadie ha podido visitarlo, sin embargo, puesto que el edificio fue inmediatamente rodeado por la policía. Gyal, 20 años de edad, es el 123mo tibetano que elije esta forma de protesta contra la represión China en la región.

La inmolación se produjo ayer por la tarde en Golog, Prefectura autónoma en la parte Nor-Oriental del Tíbet. Unas 200 personas se reunieron inmediatamente después en el monasterio de Akyong, donde el joven estudia y vive, para luego ir juntos al hospital e intentar visitarlo. Las autoridades no han dado permiso, pero dado el gran número de personas congregadas ha permitido que dos miembros de la familia acompañarán al monje en el hospital provincial de Siling, donde fue trasladado esta mañana debido a la gravedad de sus quemaduras.

El terrible fenómeno de autoinmolaciones explotó en el Tíbet en febrero de 2009, cuando lo agravó la crisis económica y social de la etnia tibetana exasperada por Pekín y de la etnia han,  mayoritaria en la región ahora. En vez de buscar un diálogo con los manifestantes o la diáspora tibetana en la India, liderada por el Dalai Lama, el Gobierno Central ha optado por utilizar un puño de hierro y ha promulgado leyes duras contra todas las formas de protesta. El gobierno también acusa el líder espiritual del budismo tibetano de "agitar" el suicidio para "forzar la mano" a las autoridades comunistas. Por su parte, el premio Nobel de la paz ha pedido en varias ocasiones a sus fieles que permanecen en el Tíbet de "preservar la vida por encima de todo".