Rawalpindi, a riesgo la clausura del hospital católico que recibe desde hace 50 años a cristianos y musulmanes
de Jibran Khan
Después de casi medio siglo al servicio de la población, en particular jóvenes, la estructura dirigida por las Franciscanas misioneras de María podría desaparecer. La crisis económica ha causado una merma drástica de fondos y donaciones. Pedidos de los enfermos y necesitados, que no tienen otros lugares donde recibir curaciones gratuitas. Para el Adviento promueven colectas para juntar fondos en las parroquias.

Rawalpindi (AsiaNews) - Después de casi 50 años de actividad bajo el lema "Dar esperanza a la vida", el centro hospitalario de San José en Rawalpindi -administrado por las Franciscanas misioneras de María, guiadas por sor Margaret Walsh - corre el riego de clausura por falta de fondos. Por casi medio siglo, las religiosas han ofrecido sus servicios y su obra con amor incondicionado en favor de la población, sin distinción de fe, etnia o condición social. Como testimonio del valor del centro y de las hermanas que lo han conducido, en el año 2006 el gobierno paquistaní les ha signado el "reconocimiento por excelencia" a las Franciscanas misioneras de María por la obra y el compromiso que han realizado.

Fundado en 1964 por el misionero católico inglés Francis O´Leary, el St. Joseph Hospice garantizó por decenios las mejores curaciones médicas a los pobres y a los minusválidos de la ciudad. Con más de 100, puestos-cama, la estructura recibió a los necesitados, dando asistencia gratuita y remedios, tomándose cuidado de los más débiles y ofreciendo formación al personal.

El centro se convirtió en el templo, la casa de cuantos eran abandonados hasta por sus propios parientes o queridos, mostrando a todos la mirada amorosa de Dios, prescindiendo de la fe de pertenencia. Sin embargo, a causa del aumento de los costos y a la progresiva reducción de las financiaciones -efecto de la crisis económica mundial- el Hospital San José corre el grave riesgo del cierre.

Entrevistada por AsiaNews sor Margaret Walsh, con el corazón lleno de tristeza, no cuenta que "la gran mayoría de los pacientes en cura son musulmanes" y vienen "aquí porque saben que podemos darles lo que necesitan". La religiosa explica que dio lo mejor de sí en estos años y "se me rompe el corazón" saber que "piensan cerrarlo". Por esto pide la ayuda de la gente, para "mantener viva esta visión".

Para los enfermos crónicos y las personas nacidas con deformidades, el centro es una propia y verdadera casa. Ahora se pregunta la religiosa, ¿adónde irán? El hospital obraba en total espíritu de caridad cristiana y ahora está luchando por sobrevivir. Por esto en el primer domingo de Adviento, las iglesias han lanzado un pedido de oración y una colecta de fondos, para sustentar la estructura y garantizar el futuro de la misión cual "signo de esperanza".