Beijing (Asianews) - La incautación forzosa de la tierra en China ni siquiera se detiene delante de los cementerios. Los habitantes de un pueblo rural en la provincia suroriental de Fujian han lanzado una protesta en contra de las autoridades locales, que primero le robaron sus tierras y luego destruyeron las tumbas de los antepasados. Los residentes de Houlong han dicho a Radio Free Asia: "Estamos conmocionados y horripilados de lo sucedido Fuimos a visitar las tumbas y encontramos solamente agujeros vacíos. No dejaron ni un solo hueso".
El robo de la tierra es una práctica común en la zona rural del país. En lugar de tratar con la población local, los funcionarios estatales venden tierras a empresarios privados y no estatales y sólo en un momento posterior advierten a los residentes: estos a menudo no sólo no obtienen beneficios, sino que es más bajo que el valor real de las tierras. Esta forma de obrar desata cada año miles de protestas sociales.
El gobierno, dice un residente local llamado Chen, "no nos dijo nada. Sólo ha enviado las topadoras contra las tumbas de nuestras familias, una práctica inusual". Un funcionario local confirmó el embargo - que define como "normal" - pero niega que las familias se hayan mantenido en la oscuridad: "Tomamos unas 16,5 hectáreas de terreno para un proyecto de desarrollo industrial y habíamos hecho un buen trabajo ideológico con los residentes i. Pero todo sucedió dentro de la ley".
Chen explica que cualquier intento de protesta cae en saco roto: "Ellos enviaron un par de personas para hablar con nosotros, pero éstos sólo han repetido que todo estaba bien Dijeron que incluso podemos demandar, pero añadió inmediatamente que no les importa. No estaban preocupados porque saben que los tribunales no siempre abren una investigación sobre lo ocurrido".